Salvador Muñoz
Los Políticos
La invitación que hace Miguel Ángel Yunes Linares a Santiago González Torre para ocupar la titularidad del Instituto Veracruzano del Deporte, por haber tenido relación con el IVD además de ser deportista, es quizás lo más cerca al ideal de lo que uno quisiera en las dependencias: un perfil ad hoc con el cargo que ha de desempeñarse.
Santiago González Torre es tenista y acaba de tener participación en los Olímpicos de Río 2016. El nativo de Córdoba tuvo la oportunidad de llevar el tenis mexicano a unas justas de este nivel tras 16 años de ausencia con una buena participación.
Me llaman la atención dos cosas: La primera, que se reserve González Torre para aceptarle al Gobernador electo la invitación, bajo la premisa de que “está en su mejor momento” como tenista. No soy ducho en la materia, pero me sorprende que un atleta a los 33 años diga ello… ¡claro! ejemplos hay varios que tranquilamente rebasaron la edad de Cristo y siguieron luciendo en su desempeño, como Cuauhtémoc Blanco, Thomas N’kono, Roger Milla, El Conejo Pérez, Rafael Márquez ¡je! Como se darán cuenta, estoy limitado a un deporte.
La segunda cosa que me llama la atención y que se convierte en duda, es si la invitación que le hace Yunes Linares a González Torre es más como un reconocimiento a su desempeño como atleta y, porque de algún modo u otro, ha puesto en alto en varias ocasiones, el nombre de Veracruz.
Al final, considero, una invitación de este tipo no deja de ser un reconocimiento y a la vez, un depósito de confianza por la trayectoria trazada… pero también es una invitación con un sesgo muy personal, muy particular… o al menos que Yunes Linares haya hecho consenso entre deportistas, amateurs y profesionales, directivos, asociaciones de corte deportivo, y la mayoría haya puesto sus ojos en Santiago González… digo, porque si se trata de algo personal, pues yo tengo mi terna: Nelly Miranda, Angeles Ortiz y Crisanto Grajales… pero yo no soy Gobernador electo, sólo un ciudadano.
Por cierto, hablando de propuestas, hace tiempo, el Colegio de Ingenieros Civiles llevó una al Congreso local que suena muy interesante y hasta cierto punto, lógica, que araña las primeras líneas de este texto con respecto “al ideal de lo que uno quisiera en las dependencias: un perfil ad hoc con el cargo que ha de desempeñarse”.
Bueno, primero preciso: Me refiero al Colegio de Ingenieros Civiles de Xalapa, AC (CICX); es que acá en la capital veracruzana hay dos, que bien podría diferenciar de un modo sencillo: el de los técnicos, que es la que cito, y el de la familia Nachón, que por cierto, dicho colegio lleva su nombre: Carlos Nachón Aguirre.
Por supuesto, el de los técnicos, CICX, va a cumplir 50 años de creación y es el que lleva la experiencia y el conocimiento a ras de suelo… pero, me estoy saliendo del tema. La propuesta del CICX al Congreso era muy simple: Abrir el abanico de los requisitos para ser titular del Orfis, con un Ingeniero Civil además del Contador Público.
La razón: Bueno, a ojo de buen cubero, un 70 por ciento de los recursos de una administración municipal o estatal, se pueden ir en Obras Públicas y la revisión de éstas pasa por las manos de ingenieros civiles por razones obvias…
Por supuesto, la propuesta está perdida en el Congreso de Veracruz y es posible que ni con Alerta Ámber aparezca, por lo que el Colegio de Ingenieros Civiles de Xalapa, AC, tiene planeado entregar esta propuesta, claro, fundamentada y no en decires como los míos, ya no a los diputados, sino al Gobernador electo, en espera de que se cumpla el ideal de lo que uno pretende en las dependencias: personas con perfil para desempeñar sus cargos… y quienes lo carezcan o consideren no estar listos para ello, tener la vergüenza de rechazarlo, o al menos de pensarlo, como Santiago González Torre… aunque ya lo dije… yo tengo mi terna… porque a mí, como veracruzano, no me han preguntado.
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