Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política
Los disparates, las ocurrencias y las ideas perversas del candidato republicano a la presidencia del país vecino, Donald Trump, lo hacen parecer un integrante más de la corriente política llamada “fidelidad-prosperidad”; con la enorme diferencia que los de acá, pasaron de las simples ideas a los hechos siniestros que han causado demasiado daño a la ciudadanía.
La propuesta del aspirante a la Casa Blanca, de construir una nueva barda fronteriza “no tiene razón, ni sentido y ofrece una razón más de que no es apto para ser presidente de Estados Unidos”, apuntó en uno de sus editoriales el influyente diario Los Angeles Times.
Se agotan las palabras para describir el terror, la inconmensurable afectación ocasionada. Al paso de los días sigue emanando el olor putrefacto de la corrupción, de la indolencia y la irresponsabilidad de la élite gubernamental estatal.
En Veracruz se le adelantaron al incongruente magnate estadounidense, Trump. Aquí se levantó un muro muy elevado, intangible pero real, entre funcionarios estatales y la población, desde hace casi 12 años. Crearon una barrera que separa por completo a gobernantes y gobernados.
Por un lado, los que se enriquecieron ilícitamente con los recursos públicos, dejando tirado todo compromiso y responsabilidad contraídos como funcionario. Por otro, los excluidos, los marginados, los olvidados, la ciudadanía en general que trabaja y produce; los que aportan los recursos para que otros se conviertan en millonarios indebidamente, de la noche a la mañana.
Un muro más, este sí físico, que resguarda el Palacio Legislativo veracruzano, por decisión de los diputados, los que en exactamente dos meses habrán terminado su “responsabilidad” como “representantes” populares, a ese le colocaron en la parte superior una filosa malla metálica, para permanecer más aislados y no tener que correr ningún peligro que representa para ellos la ciudadanía. Vaya absurdo.
Finalmente se confirma lo que había advertido el padre Alejandro Solalinde, por desgracia. En verdad, es de terror lo que ocurre en Veracruz. Ahora que se ha informado que Colinas de Santa Fe podría ser el cementerio oculto más grande de México, por las 75 fosas clandestinas detectadas, en las que podrían encontrarse entre 200 y 300 cadáveres, tan sólo en el municipio de Veracruz.
El mismo grupo de búsqueda de desaparecidos, “Colectivo Solecito”, conformado por mujeres en su mayoría, de admirable valentía, ubicaron en el panteón de Palo Verde, en Xalapa, 192 cadáveres en “desorden total”, lo que hace más complicada la búsqueda de sus seres queridos.
En los últimos días quedó sepultado también aquel “reconocimiento” que tanto alardeaba el alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos, que según un estudio realizado había revelado que la Pluviosilla es la ciudad más pacífica, de entre 76 zonas metropolitanas estudiadas de las 32 entidades federativas del país.
El secuestro y crimen de Ignacio Vizuet Ortega, presidente del Colegio de Abogados de Coatzacoalcos, A. C., se suma a la fuerte ola de violencia desatada en el sur, norte y centro de la entidad.
Para colmo de males, el panorama económico para nuestro estado es preocupante. No va a haber mucho dinero de la federación, dijo el senador Pepe Yunes, quien como presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara Alta, sabe por qué lo dice y señala que es muy probable que haya un recorte al gasto público, que dé a conocer el presidente Peña Nieto esta misma semana.
Se escucha más congruente el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares al decir: “El verdadero triunfo será cumplirle a los veracruzanos”. Ya se verá.
Pareciera como si se tratara de dejarle un estado completamente incendiado al gobernador entrante. Lo malo es que la conflagración está haciendo mayúsculos estragos y les está costando la vida a muchos inocentes.
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