Arturo Reyes González
Burladero
Me lo comenta un buen amigo que suele acudir a centros nocturnos de Xalapa: “lo hubieras visto al tipo, ya con unos alcoholes encima; presumía en la mesa de al lado a un par de mujeres jóvenes que formaban parte del grupo de amigos con los que se encontró en el lugar”:
–“Sí, soy cercano a Miguel Ángel… sí, lo conozco bien, soy parte del equipo”, lo que utilizaba como herramienta para agradar a las doncellas.
“¿Lo conoces, te suena el nombre, tu sí conoces a varios en los partidos?”, me cuestionó la misma persona al momento que me dio el nombre del joven que, efectivamente, trabaja para las filas de Acción Nacional en la capital del estado y cuyo nombre a propósito omitimos.
“¡Es lo de moda! –me afirma– Sé de varios personajes vinculados al PAN que ahora ‘se cotizan’ de la misma manera, hasta guapos se creen jajaja!”, remata.
Y es que por mi parte, también he escuchado amistades que se cuestionan en la mesa del café o la sobremesa del restaurante: “¿tú tienes contactos en el PAN?”, se preguntan entre ellos. “¿Alguien conoce o tiene amigos en el PAN para lo que viene?”, y a la par de algunos personajes que sí están aprovechando que han sido azules para su beneficio propio.
En las visitas regulares al Congreso he escuchado de boca de empleados que ya hay algunos diputados, pocos pero los hay, que al parecer han sufrido una posesión no demoniaca, sino amorosa, bueno más bien parte de ambas y ya se dejan querer por chicas guapas que se les acercan buscando una promesa de futuro, de trabajo.
Bien me lo decía en alguna ocasión el entonces delegado de la Semarnat, Manuel Molina: “ni todos los japoneses saben karate, ni todos los panistas son mochos… no, no creas nada, acá también hay unos que jurarías que son priistas”.
¿Son diferentes o no los panistas respecto a este tema? ¿Será simplemente algo normal, de humanos pues? ¿Quizás es parte de disfrutar las mieles del triunfo? ¿Cabe la posibilidad de que un día no muy lejano veamos reynis y barbies de sangre azul?
Bien dicen por ahí, transición, transición, todavía no es cambio, ése es más de fondo y lleva más tiempo. Esperemos a ver los resultados.
Mientras tanto, tal parece que el espíritu de Mauricio Garcés recorre la sede del PAN en Veracruz en la búsqueda de algún galán o varios reprimidos.
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