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    Arturo Reyes González

    Burladero

     
    “Si hablamos de corrupción, no hay nadie que pueda aventar la primera piedra”; al menos eso dijo nuestro presidente Enrique Peña Nieto, la semana pasada al inaugurar la Semana Nacional de Transparencia 2016.
    Y agregó: “Porque este tema que tanto lacera, la corrupción, lo está en todos los órdenes de la sociedad y en todos los ámbitos. No hay alguien que pueda atreverse a arrojar la primera piedra, todos somos parte de un modelo que hoy estamos desterrando y desando cambiar, para beneficio de una sociedad que es más exigente y que se impone nuevos paradigmas”, ante la mirada de asombro de representantes de los poderes Judicial y Legislativo, así como de sindicatos, entre otros.
    Lo leí y de inmediato me vino a la mente los nombres, los rostros de los diputados federales y servidores públicos veracruzanos señalados en los casos de empresas “fantasmas”, ¿los conoce el presidente, tiene sus datos, los ubica bien por ser o eran algunos de su partido?
    En el caso del PAN, del PRD y Morena, ¿qué datos tiene, todos, hasta dónde, sabe o no sabe y si sabe entonces estamos de acuerdo en que se hace totalmente de la vista gorda? Sí, refiere a que en esta administración, la suya, se habla de combate a la corrupción, de la creación de una fiscalía especializada para atender el tema, pero no pasa de eso, de palabras y discursos.
    ¿Se entiende derrotado ante un tema que incluso dijo en una entrevista tiempo atrás es cultural en nuestro país? Por supuesto que sí. El no pasar a los hechos dice más que mil discursos y cien fiscalías.
    ¿Para qué señor Presidente tratar de justificarse de esa manera tratando de recuperar a través del mensaje un poco de terreno entre los mexicanos para su partido el TRI, atreviéndose a generalizar y meter en el mismo saco de la corrupción a todos por igual?
    En lo personal conozco a personas que trabajan en la administración pública de Veracruz que son honestas y honradas, cabales, no tengo el gusto de conocer a más, debe de haber y no lo dudo y a un político con trayectoria que ha sido incapaz de tomar un solo peso que no ha salido de su sueldo o de su bolsa, sin embargo, ya los embarró.
    Ante la opinión pública ya son más de lo mismo. ¿Nadie, nadie señor Presidente? ¿Así de tajante? Desde mis clases de español en la Secundaría Técnica número 3 de Xalapa, la maestra de la materia siempre fue puntual y estricta: no pueden ni deben generalizar nunca, no abonan a la construcción del lenguaje, a un correcto uso, cómo poder decir “todo el mundo sabe, todo el mundo conoce”.
    ¿Nadie? Carajos.

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