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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    En puerta la renovación de la dirigencia estatal del Partido Verde en Veracruz, apuntalan a tres candidatos que podrían ocupar el lugar de Eduardo Robles Castellanos, quien de tajo, dejaría la presidencia ecologista así como la curul. Entre los citados están Lino Jiménez, Javier Herrera Borunda y Rodrigo García Escalante, cada uno con pros y contras políticos; quizás con menos de los primeros y más de los segundos.

    El tiempo para la renovación de la dirigencia verde no podía ser más propicio en este momento cuando se vive en Veracruz una transición significativa, lo que podría dar lugar al PVEM, dependiendo de su renovada dirigencia, dejar de ser visto como un partido satélite del PRI y ser parte del cambio que se avecina.

    II

    El caso de Lino Jiménez es de llamar la atención por su repentino interés en participar por la dirigencia del partido aun cuando su papel como regidor y militante está más lejos del Verde y más cerca del gris. Si se antepone su labor con la del otro edil del PVEM, Daniel Fernández Carreón, es más destacable la actividad de Daniel en las comisiones que ocupa, ante la sociedad, así como representando a su partido, que Lino, a quien sólo se ve al lado del Américo Zúñiga en las fotografías.

    Entonces, ¿quién impulsa a Lino?

    Hay de dos: Américo Zúñiga o la familia Herrera.

    ¿Por qué el alcalde?

    Bueno, sólo es cuestión de pensar mal: ¿Quién es el dirigente municipal del PVEM en Xalapa? Jorge Casazza, quien antes de “ponerse verde”, era más rojo que el Chapulín Colorado y más Americanista que Carlos Reinoso, además de que antes de ocupar la silla municipal ecologista, era subdirector administrativo del DIF local. Esto nos llevaría a pensar o preguntar: ¿Por qué no impulsar al regidor desde el Ayuntamiento para conformar un músculo a un año de salir del gobierno xalapeño? Al menos yo lo haría estando en los zapatos de Américo.

    ¿Por qué la familia Herrera? En el siguiente punto lo comento.

    III

    El otro candidato “natural”, así, entre comillas, es el diputado federal pluri Javier Herrera Borunda, quien viene empujando fuerte con ganas de destacar. No sólo cuenta con apellido de abolengo (aunque a estas alturas no sabemos si ello es bueno o malo), sino con el respaldo de otros diputados entre los que se pudieran contar Jorge Carvallo y si el duartismo no lo alcanza, Edgar Spinoso, que en otros términos bien pudiera interpretarse como política y recursos, en ese orden.

    El problema es que en caso de llegar a ser dirigente del PVEM en Veracruz, ¿tendría el tamaño para enfrentarse a un Gobernante que conoce a su padre como la palma de su mano o en el mejor de los casos, conformar acuerdos en pro de Veracruz?

    Ahí es donde entra Lino Jiménez… impulsar a un candidato para que en realidad, quien mande en el Verde Ecologista, sea un Herrera. Digo, yo haría lo mismo.

    IV

    El otro candidato es Rodrigo García Escalante. Diputado por el Verde Ecologista, pero de una familia política camaleónica que ha pasado por el PRI y por el PAN y ahora por el PVEM, lo que podría ser considerado por algunos, como oportunista o arribista pero, hay que volver a enfatizar que hasta este momento, con la dirigencia de Robles Castellanos, el PVEM es visto como una extensión del PRI.

    Otra desventaja, que podría convertirse en virtud, es esa relación que guarda su padre Ricardo García Guzmán con el Gobernador electo, a la que no hace mucho, algunos consideraron como un dejo de “traición” por parte del Contralor cuando padre e hijos se dejaron ver muy de cerquita con Yunes Linares en Pánuco.

    A diferencia de Lino y de Javier, Rodrigo tiene algo que los otros dos carecen: votos. Es decir, en lo personal, cuenta con experiencia electoral en carne propia. Y si acaso fuera el dirigente ecologista, mantendría la tendencia que Robles Castellanos generó: diputado local y líder del partido.

    V

    El asunto en la próxima dirigencia del PVEM es ver quién de estos tres candidatos (más los que se sumen) tiene calidad de puente en la transición que se avecina, donde más que ser un partido de oposición, satélite o lo que sea, busque trabajar en pro, ya no de Yunes Linares, sino de Veracruz… aunque si yo fuera Miguel Ángel, por supuesto que me convendría tener un aliado más tanto en el Congreso local como fuera de él… así, ya sumaría al PAN, PRD ¿y por qué no?, al Verde… si de trabajar por Veracruz se trata.

    smcainito@gmail.com

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