David Carrión Rosales
Tragos de café
En esta ocasión, el café llegó tardísimo, como todos en Xalapa ante tanto bloqueo. Ya no sé si hacer un bloqueo por los bloqueos, o de plano adoptar uno como lo propuso el #TeamXalapo. Sin cafeína en el cuerpo, los amigos vemos cómo el poder de las redes sociales influye en la cultura colectiva.
En la antigua Grecia, una de las cunas de la civilización, retomamos dos ideas: el hombre es eminentemente social, explicaba Aristóteles, y el problema de los pueblos jóvenes, decía Platón en el Critias, es que no tienen memoria. Aterrizando estos conceptos en la modernidad y con la tecnología, la red social es una estructura organizada con algún criterio que la define, por ejemplo, Twitter, Facebook, Linkedin, etc…
Las redes que ahora construimos (o destruimos) con un click se caracterizan por una idealización del futuro y un olvido del pasado.
El poder de las redes “sociales”, lo entrecomillo así como rebeldía nomás, transgrede al propio concepto social del ser humano. Un like o un Retweet pueden destruir el futuro de una persona, o cambiarlo para siempre.
Veamos a los #Lord o a las #Ladys, que se vuelven virales y de ahí se tornan tendencia, en un momento pueden llegar a ser vistos por millones de personas, pero después… se perpetúa un testigo reusable que convierte al protagonista en una imagen sin fondo.
En Veracruz, por ejemplo, el ex gobernador aventaba twittazos que determinaban el sesgo político del momento. Así de poderosas son las redes sociales hoy en día.
En Xalapa, apenitas hace un mes, Rodrigo Montoya sacó el poder de las redes. Su #RetoXLaSalud trascendió y sus nominados hicieron lo propio para nominar a otras personas. El resultado se vio el día Internacional contra la Diabetes, cuando personas como María Luisa Saldaña con diabetes desde hace diez años o Eugenia Lara quien cuenta sólo con el Seguro Popular, lograron por fin obtener un glucómetro que tanta falta les hacía.
Lo viral en las redes puede alzar la voz de un mudo, también puede izar la bandera de causas justas. Hagamos de nuestras redes sociales una plataforma, un templete y no un cadalso.
Mejor vayamos por un café en casa, que en la calle está imposible.
@DavoCarrion
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