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    Fanny  Yépez

    La Columna

     

    El inicio fue bueno, el discurso fuera de lo tradicional, la firmeza de las palabras del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares inspiraron confianza, hasta en los más incrédulos, porque no usó tanta monserga, fue directo y ahora solo tendrá que cumplir cada una de las partes de esa alocución.

    El aderezo de ese evento fue normal: faltaron lugares, exceso de seguridad, la protesta del PRI y MORENA, la retirada de los dos senadores, la falta de visión de Comunicación Social y de nueva cuenta la arrogancia con esas grandes camionetas.

    Desde hace 24 años Miguel Ángel sintió que tenía la gran oportunidad de ser gobernador, al concluir la gestión del licenciado Patricio Chirinos Calero; pero llegó el licenciado Miguel Alemán; después Fidel Herrera Beltrán y al final Javier Duarte de Ochoa.

    Serán dos años intensos de gobierno, porque acumuló energía y ahora viene re master izado, el mismo Yunes Linares pero con más experiencia y más coraje.

    Destacan muchas frases de ese discurso de su toma de protesta: Que ya se recuperaron mil 250 millones de pesos que Duarte de Ochoa desvió para empresas y propiedades; que José Janeiro y Moisés Manzur fueron dos de los artífices de esas operaciones fraudulentas; Que ya tiene las escrituras del rancho El Faunito y de otras propiedades del ex gobernador; al gobierno federal no pedimos limosnas, pedimos justicia y equidad; no utilizar un solo peso en campañas políticas, partidos o candidatos; que no habrá olvido, ni perdón, ni amnistía para los responsables de la corrupción; que localizaron un edificio en la zona conurbada de la ciudad de México, adonde con un helicóptero oficial llevaban cantidades de dinero.

    De esa última frase muchos nos quedamos esperando más detalles, pero fue escueto, pensé por un momento que esa sería la noticia “bomba” pero continuó sin dar más datos.

    Si somos estrictos, el discurso fue la presentación de lo que será su gobierno y es que así debiera ser siempre, responsable y respetuoso, porque esa es la obligación de un gobernador.

    Solo tiene que cumplir con todo lo que dijo, porque cada seis años escuchamos ese tipo de discursos pero al final ya ven lo que pasó con el anterior.

     

    La falta de sensibilidad del responsable de Comunicación Social

    La tarde del martes platiqué con algunos compañeros columnistas de Xalapa, acerca de cómo se iba a llevar a cabo este evento y de cómo sería el protocolo, pero al menos cinco de ellos dijeron que hasta ese momento no habían recibido ninguna invitación, que por eso no irían.

    En una de las partes del discurso del gobernador Yunes Linares dijo que cuando habló con el presidente Enrique Peña Nieto, había notado una gran disposición del mandatario para ayudar a Veracruz, pero que era importante que sus colaboradores cumplieran con esa buena intención.

    Seguramente aquí pasa lo mismo, el gobernador trae buenas intenciones, pero con un responsable de comunicación social que no tiene ni siquiera el directorio de los columnistas de la capital del estado, difícilmente lo va a poder ayudar de manera profesional.

    Por la presentación que hizo del gabinete escuché el nombre de Elías Assad Danini, como director de Comunicación Social, pero no tengo el gusto de conocer a ese funcionario y si éste delega responsabilidades, le pongo al tanto que en el primer acto le fallaron sus ayudantes, falto mucha sensibilidad y eso, insisto, no ayuda al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

    Ahora, si fue premeditado el hecho de no invitar a los críticos, está rompiendo esa promesa de campaña de respetar la libertad de expresión, parcelar el área de comunicadores tampoco le va a resolver nada.

    Evitar que vaya un determinado reportero a un evento, para que no cubra esa información, es como querer detener el reloj para que no avance el tiempo.

    No puede minimizar la participación de los medios de comunicación, porque la actividad de un funcionario público es necesario darla a conocer, como parte de la transparencia que tanto exigió el mismo gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares cuando anduvo en campaña.

     

    Comenzó el tic tac del reloj de la administración pública

    Los tiempos y las acciones se cumplieron como lo marca la ley y la tradición del pueblo veracruzano.

    El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares asumió el cargo para esforzarse, a partir de ahora, en buscar la estabilidad en todas las áreas de la administración pública.

    Esa emoción, esa inquietud y especulaciones de lo que podría pasar deben quedar atrás; esos anuncios que se hicieron semanas y meses antes, deben quedar como anécdotas, porque ahora lo importante es que todos se pongan a trabajar.

    Tendrán que hacer más con menos, porque dinero no habrá, eso lo sabemos todos.

    El pronóstico que hizo la secretaria de Finanzas y Planeación, Clementina Guerrero de que tal vez se pueda enderezar la economía en doce años, me parece muy conservadora la frase, porque solo con una extrema austeridad se podrá alcanzar ese beneficio para las futuras generaciones.

    Desde hace tres años la crítica situación económica se comenzó a ver y a sentir en las oficinas del gobierno del estado, se dejaron de comprar insumos elementales como gasolina, papelería, viáticos y otros como el agua y el café que desde siempre se ofrecía en esas dependencias, todo eso dejó de comprarse, cada quien tenía que llevar sus productos que compraba con sus propios recursos.

    Para los viajes se redujeron los viáticos, los automóviles que se utilizaban eran propiedad de cada empleado que cumplía una comisión, si se excedían en los gastos era su responsabilidad, es decir, si la comisión era por dos días pero no se concluía y tenía que permanecer un día más, era bajo su propia responsabilidad.

     

    La austeridad va a ser el común denominador de esta administración

    Lo cierto es que la fiesta terminó y ahora viene la realidad, la llegada de los nuevos funcionarios es para resolver los problemas, no para disfrutar el placer de tener un cargo público.

    Hay mucho que hacer y tomar en cuenta que la austeridad debe ser el factor común en el ejercicio administrativo.

    No más helicópteros, no más hoteles de lujo, no más esas grandes comidas, no perder el tiempo chateando en las oficinas, no más retardos ni cursitos sin planear, que en nada ayudan.

    Las palabras del gobernador Yunes Linares atomizaron a todo el auditorio, cuando dijo que haremos un gobierno honesto y transparente, porque el 80 por ciento de los asistentes eran funcionarios públicos como gobernadores, diputados, alcaldes y otros que seguramente han manejado recursos económicos.

    Pero ese mensaje llegó también a los que desde este jueves son secretarios de despacho, nadie podrá echar a su gato a retozar, en cada cajón de esos escritorios habrá una ratonera para los que quieran buscar algo más de lo que estrictamente es su sueldo.  

    Ese mensaje también fue una vacuna para los nuevos funcionarios públicos y que bueno, así, con esas advertencias tal vez se pueda tener más control en el manejo del dinero que es de todos los veracruzanos.

    Este gobierno deberá llegar con mucha pila para cumplir con las expectativas y esos compromisos, que ya no deberán convertirse en mentiras. Y ya comenzó el tic tac del reloj.

     

    ¿Corrupción en Minatitlán? Aguas que llegó la voladora

    Después de ese discurso tan directo de Yunes Linares, se le podrían complicar las cosas al tesorero del Ayuntamiento de Minatitlán, Saúl Wade León, porque éste último ya anunció su renuncia ante los periodistas, pero trasciende el malestar de los regidores que dicen tener pruebas de los malos manejos de dinero de parte del ex tesorero, con 9 compañías constructoras que podrían ser de sus amigos y familiares, por lo que ya están solicitando una auditoría, porque ya se pagaron esos trabajos pero están inconclusos.

    Los regidores son los que se quejan de esas anomalías, pero hace dos días estos mismos ediles solicitaban un aguinaldo de 150 mil pesos, más 300 mil pesos de un bono por la eficiencia de sus servicios, como esa situación también trascendió a los medios de comunicación se molestaron y presionaron al tesorero que mejor se retiró pero ahora se le están complicando las cosas.

    Tendrá que poner sus barbas a remojar Saul Wade porque llegó la “voladora” y cuidado con esos malos manejos.

    La misma recomendación es para todos aquellos municipios donde la corrupción campea y vivían confiados de que aquí no pasa nada pero para bien de los veracruzanos esperamos que se sienta un verdadero cambio en los gobiernos de todos los niveles.

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