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    Naldy Rodríguez

    Transparencia 3.0

    Dura batalla tendrán enfrente los 102 veracruzanos que aspiran como «independientes» a ser presidentes municipales en 57 ayuntamientos aproximadamente. Luchar contra la inercia y el poder no es cosa fácil.

    Los municipios más demandados por los ciudadanos son: Xalapa, donde se inscribieron siete personas; en Córdoba fueron cinco y en Tuxpan cuatro más. Por género, solo una de cada cuatro aspirantes son mujeres.

    Sin presupuesto ni la estructura de partido, los aspirantes ciudadanos a las alcaldías buscarán, primero, obtener la candidatura (menudo problema), después tratar de darse a conocer entre el electorado y posicionarse como la mejor opción (tremendo problema).

    Por ahora las personas que se registraron en el Ople Veracruz debieron entregar un acta constitutiva de una Asociación Civil –la cual debe estar representada por tres personas-, una cuenta bancaria y el registro oficial ante el SAT. En dos días, los consejeros electorales revisarían la documentación y darían un término de 48 horas para que los aspirantes pudieran subsanar algún requisito.

    Para el 6 de enero, de acuerdo al calendario electoral, ya se tendrá definido quienes pasan a la segunda etapa. ¿En qué consiste esa segunda fase? Nada más y nada menos que en recolectar la firma del 3% del total de la ciudadanía inscrita en el padrón de la localidad que buscan ganar.

    Esa maratónica tarea iniciará el 7 de enero y para realizarla deberán utilizar recursos propios y todo contabilizarlo y reportarlo en la cuenta bancaria que están registrando desde el inicio.

    En una ciudad como Xalapa con casi 600 mil votantes, los aspirantes independientes que queden, deberán conseguir la firma de cerca de 18 mil ciudadanos que respalden su proyecto. Y en este paso, debemos recordar que no sólo es la firma, sino conseguir y documentar copia de su credencial de elector.

    Cada aspirante debe avalar un 3 por ciento del padrón electoral, el mismo reto que tienen los partidos para mantener el registro: deben obtener al menos el 3 por ciento de la votación. Sin embargo, las condiciones y el recurso con el que cuenta un ciudadano frente a un partido político son muy diferentes.

    Una vez que pasen esta segunda etapa, con sus firmas revisadas una a una para que sean legítimas, los ciudadanos ya podrán ser considerados candidatos a las alcaldías. En México contamos con un modelo de financiamiento mixto para los candidatos independientes, es decir, tienes derecho a recibir financiamiento público y financiamiento privado, pero los recursos que puedan recibir serán siempre mucho menor que un abanderado partidista.

    La metáfora bíblica de David contra Goliat bien aplica para los 102 aspirantes. El pequeño frente al grande, el desvalido frente al poderoso. Ya veremos si alguno puede obtener la victoria.

    Como en el pasaje, es el anhelo de poder decidir nuestra suerte, sin estar sometidos a influencias externas.

    “Si no quiere dinero, entonces o su historia ni vale nada o está mintiendo. Nadie da nada valioso así nada más”, frase de Animales Fantásticos (mi escapada al cine).

    Transparencia3.0@hotmail.com

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