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    Ricardo Vázquez Salazar

    Esfera Política

    “Bajo el techo ondulado de la estación de Chengdu, en Sichuan, centenares de jóvenes chinas sonríen para la foto.

    Todas lucen idénticos delantales nuevos.

    Están todas recién peinadas, lavadas, planchadas.

    Están todas recién paridas.

    Esperan el tren que las llevará a Pekín.

    En Pekín, todas darán de mamar a bebés ajenos.

    Estas vacas lecheras serán bien pagadas y bien alimentadas.

    Mientras tanto, muy lejos de Pekín, en las aldeas de Sichuan, sus bebés serán amamantados con leche en polvo.

    Todas dicen que lo hacen por ellos, para pagarles una buena educación”.

    Es un fragmento de la obra Los hijos de los días, del escritor uruguayo Eduardo Galeano, en  el capítulo correspondiente al día 12 de febrero, titulado “Día de la lactancia materna”.

    No se podría hacer una analogía precisa, porque no encajaría, mas la intención es hacer notar la forma despectiva en que Galeano se refiere a la leche en polvo, con toda razón, por tratarse de un producto aparente que se ha vuelto muy común para ser consumido por bebés, niños, jóvenes y adultos, no únicamente en China, en países subdesarrollados la leche en polvo tiene una enorme demanda por empresas públicas y privadas.

    A lo que le llaman leche en polvo, no es auténtica leche de vaca deshidratada, se trata de una bebida compuesta a base de suero de leche, grasa vegetal y saborizantes, por lo que en definitiva no es  leche, debido a que no tiene valor nutritivo.

    No es posible abordar el tema de la lactancia materna, porque sería meternos en profundidades, lo único que podríamos decir es que ahí sí, la leche materna es insustituible.

    Enfocados en el punto de la llamada leche en polvo, ésta y agua de horchata viene a ser lo mismo; no tiene comparación con la leche de vaca, considerada de un muy elevado valor nutritivo.

    La leche no escapó a la putrefacción de la fidelidad y la prosperidad, en los escasos periodos  en que se sirvieron desayunos escolares y se repartían despensas, lo que se proporcionaba no era leche verdadera, leche en polvo es lo que contenían los paquetes, mismos que se vieron interrumpidos en los últimos tres años del desgobierno del eterno fugitivo Javier Duarte, porque los proveedores de Chihuahua y Nuevo León reclamaban sus pagos correspondientes.   

    ¿La razón por la que se compraba y suministraba leche en polvo?

    Es porque lo manejaron como un negocio más, un excelente negocio que hicieron en el DIF estatal.

    Lo hemos apuntado en otras ocasiones, es realmente absurdo que teniendo Veracruz una producción de leche de vaca que rebasa los 720 millones de litros de leche al año, se tenga que comprar leche aparente o leche en polvo, porque quedó desatendida la cadena alimentaria de la leche, desde la administración de Fidel Herrera se dejó abandonado un valioso eslabón, la red de frío, los centros de acopio de leche, el primer paso para la industrialización láctea.

    10 centro de acopio creados a todo lo largo del territorio veracruzano, seis cuentan con equipo de enfriamiento; dos totalmente terminados, Isla y Ozuluama, listos para vaciar la leche y enfriarla. Fue una inversión tripartita: ganaderos, gobierno estatal, y federal que financió la mayor parte para el equipamiento.  

    Toda esta infraestructura se observa en proceso de deterioro, porque ni Fidel Herrera ni Javier Duarte tuvieron voluntad para darle uso. Aunque hubo recursos suficientes para llegar a industrializar la leche que se produce en Veracruz, el perverso negocio con la compra de leche en polvo se anteponía.

    En el proyecto inicial hubo un compromiso por parte de Leche Industrializada Conasupo, Liconsa para comprar la leche a los centros de acopio; nunca se concretó que la paraestatal comprara el producto a los ganaderos.

    De las aberraciones que ocurren en nuestro país: en la actualidad Liconsa le compra la leche a los acaparadores, a los queseros, a los que les paga a buen precio, estable y constante, para que los llamados “coyotes” les paguen a los ganaderos al precio que quieren y cuando quieren, tal y como está sucediendo en el municipio de Tampico Alto, Veracruz.  

    El argumento de que la leche de Veracruz es de mala calidad, es un mito y así lo han demostrado los ganaderos de Isla, de la sociedad “Productores de Leche Buena”, ofrecen leche de excelente calidad. Ganaderos de otros municipios estarían dispuestos a trabajar para entregar producto lácteo como lo exige la Norma Oficial Mexicana.

    Basta sacar la cabeza de nuestra entidad para ver lo que están haciendo en otros países en condiciones similares a Veracruz.    

    Este miércoles se dio a conocer que en los últimos cuatro años se suspendieron programas del DIF estatal. La señora  Leticia Márquez de Yunes, presidente del patronato habló de ir en busca de recuperarlos

    La esposa del gobernador Miguel Ángel Yunes señaló que la infraestructura también se encuentra abandonada; situaciones por las que se había dejado solos a los municipios sin que pudieran brindar los apoyos necesarios a la población. La señora Márquez de Yunes adelantó que el viernes habrá buenas noticias de los programas que el DIF estatal pondrá en marcha.

    rvazquez002@yahoo.com.mx

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