Destacado

    Naldy Rodríguez

    Transparencia 3.0

     

     

    Cada año, cerca del 8 de marzo, se publican las estadísticas de mujeres ultrajadas y asesinadas; ejemplos de la desigualdad entre hombres y mujeres en diferentes ámbitos, y se recuerdan los casos más emblemáticos que nos hacen despreciar a la especie humana.

    Cada año se repite que la violencia sigue y va en aumento. Parece que es cierto, maldita violencia no la logramos erradicar con los días naranja, ni los flash mob. Esto que escribo, también será en vano.

    En el recuento de los daños aún se le queda a deber a la mujer veracruzana y es insuficiente el esfuerzo para visibilizar la violencia que sufren. Esta semana fue cruel y cruenta en el estado. Además de la misoginia y violencia sexista, Veracruz es flagelado por la delincuencia y los carteles de la droga.

    Esta semana en Minatitlán, fueron localizadas en una fosa clandestina tres mujeres: una trabajadora de Petróleos Mexicanos y dos estudiantes, en al menos dos casos, los familiares habían pagado el rescate. Me gustaría saber sus nombres, no para exhibirlas sino para honrarlas, porque detrás tienen una historia.

    De las 11 personas encontradas muertas en un vehículo en una colonia popular de Boca del Río, dos eran mujeres, una de ellas apenas tenía 24 años y se supo que fue sacada unas horas antes del bar Capezzio.

    Con apenas 18 años, una joven llegó al hospital de alta especialidad de la ciudad de Veracruz con el 70% de superficie corporal quemada. Las quemaduras de segundo grado, fueron generadas por combustión de gasolina. La “incendió” su pareja. Ambos tienen un hijo de tres años.

    En esos municipios y ocho más (Coatzacoalcos, Córdoba, Las Choapas, Martínez de la Torre, Orizaba, Poza Rica, Tuxpan y Xalapa), se supone se activó desde el 23 de noviembre la alerta de género. Entre las medidas que instruyó la Segob se encuentra reforzar patrullajes y recuperar los espacios públicos para garantizar la seguridad de las mujeres. Supongo que nada se ha hecho…

    Es cierto, muchas estamos «emancipadas» profesionalmente y hacemos medianamente lo que nos de la gana, pero también es real que las mujeres trabajan más horas que los hombres, que destinan más tiempo a las labores domésticas y de cuidados, y que obtienen menores ingresos económicos.

    La semana pasada asistí y participé en el Coloquio Internacional Mujeres y Medios de Comunicación, que se celebró en La Habana, Cuba. Además de compartir con excelentes panelistas y mujeres como Lirians Gordillo Piña, periodista y docente de comunicación en La Habana, y Zuleica Romay, Premio Academia Cubana de la Lengua 2016, pude corroborar que la discriminación y violencia hacia el género femenino es una problemática latente en diferentes nacionalidades: Italia, Argentina, España, Hungría, Canadá y Estados Unidos.

    En Cuba, la denuncia generalizada fue “la ceguera social en tiempo de crisis”. En ese país socialista el código penal no contempla la figura de violencia de género, bajo la justificación que “la revolución practicó la igualdad y no podía existir discriminación por sexo”.

    Los ejemplos que se presentaron de mujeres periodistas en la historia y los estudios sobre el papel de las féminas en la prensa y literatura, nos llama a romper los cánones del patriarcado, terminar el servilismo y explotación, y generar en los medios de comunicación una agenda con perspectiva de género.

    Se me quedaron grabadas las palabras de Mercedes Rowinsky-Geurts, profesora e investigadora de la Universidad Wilfrid Laurier de Canadá. Ella vivió en carne propia la violencia física ejercida por un varón. “Cuánto más rompamos el silencio, más se terminará con la violencia”. Quizás por eso es que seguiremos en el intento de visibilizar la discriminación y las agresiones hacia las mujeres.

    Y parafraseando a don Rubén Pabello Rojas, en su más reciente libro publicado Poliantea, “en un país donde la violencia es cotidiana y el número de muertes producidas por causas criminales se vuelve estadística creciente de magnitud incontrolable”, es tiempo de luchar contra las resistencias, de vencer el miedo y arrancar las malas prácticas para recuperar las instituciones y los espacios públicos.

    Twitter @ydlan

    Transparencia3.0@hotmail.com

    Hacer Comentario