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    Tlacuaches

    Salvador Muñoz

    Es increíble que a pesar del distanciamiento que hemos hecho con la naturaleza, ésta siempre se empeña en mostrarnos su bondad a través de milagros.

    Un mensaje al grupo de WhatsApp de los vecinos de Jardines de Xalapa llama mi atención. Una señora pregunta cómo atender a unos tlacuaches recién nacidos pues su madre está muerta. Ella cree que cayó de un árbol. La naturaleza obra el milagro y los bebés nacen de un vientre que sabrá Dios sepa cuánto tiene de muerto.

    Alguien le dice que llame a Protección Civil. En el Ayuntamiento, me proporcionan el teléfono del Centro de Salud Animal de Xalapa y a la vez, se lo paso a la vecina… me agarraron trabajando pero ruego que la vecina culmine su interés por atender a estos animalitos. Tras salir de mi reunión, mando un mensaje y la señora me dice que llegó personal del Centro de Salud Animal y que ya se hizo cargo de los siete tlacuachitos recién nacidos…

    No tienen a su madre, pero creo que merecen vivir… son unos sobrevivientes. Sobrevivientes a una sociedad que los sigue viendo con temor, con asco; sobrevivientes a un ambiente hostil donde perros y gatos los ven como presas de ataque; afortunadamente hay gente como esta vecina, María del Roxel, que pensó en que los sobrevivientes merecen respeto y llamó al Centro de Salud Animal… afortunadamente hay gente como Gabriel Morales al frente de esta área al cuidado y protección de la fauna… afortunadamente tenemos autoridades municipales como Américo Zúñiga… y no es coba. Si hay un episodio que recuerdo mucho de Américo, es cuando se preocupó por aquel intruso que un día cayó en un bote de basura de su casa… un tlacuachito.

    Una persona que tiene un área en su administración que se preocupa por caballos, perros, gatos y tlacuaches, entre otros, me genera confianza, como la confianza que tengo de que esta familia de tlacuachitos salga adelante… ya hicieron lo más difícil… nacer en la adversidad.

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