Luis Alberto Romero
Hora Cero
En materia de combate a la impunidad y en el marco del llamado a cuentas a los funcionarios del primer nivel de la administración de Javier Duarte, el primer trimestre del año, el cuarto mes del gobierno estatal de Miguel Ángel Yunes, cerró con cuatro ex integrantes del gabinete recluidos en el penal de Pacho Viejo.
Los ex secretarios de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita; Gobierno, Flavino Ríos Alvarado (quien también estuvo en el poder ejecutivo de forma interina); Finanzas, Mauricio Audirac Murillo; y Comunicaciones, Francisco Valencia García (quien ocupó dicho cargo de forma efímera, apenas siete meses) hoy se encuentran en dicho centro de readaptación, acusados por diversos actos delictivos, desde enriquecimiento ilícito hasta peculado; incluso, como en el caso de Flavino Ríos, de haber facilitado la fuga de Duarte de Ochoa.
La semana pasada, dos días después de la captura de Mauricio Audirac Murillo, efectuada el 29 de marzo, fue detenido en Perote el ex titular de la comisión del agua del estado, Francisco Valencia García, a quien se le señala por un presunto daño patrimonial superior a los 25 millones 600 mil pesos; por si fuera poco, sobre el ex funcionario también pesan acusaciones por los delitos de peculado, tráfico de influencias y abuso de autoridad.
El caso de Paco Valencia
Paco Valencia, conocido por sus amigos como “El Gordo”, es propietario de uno de los restaurantes más exclusivos, por los altísimos precios de su carta, de la capital veracruzana.
En octubre de 2015 mostró su “interés” por la candidatura del Partido de la Revolución Democrática al gobierno del estado, con la evidente intención de impedir la alianza con Acción Nacional, probablemente pensando que con ello disminuirían las posibilidades de Miguel Ángel Yunes para llegar al cargo que en esos días ocupaba Javier Duarte de Ochoa.
El día 30 del mismo mes, Paco Valencia renunció a CAEV y anunció su intención de ser nombrado candidato perredista a gobernador del estado, a pesar de saber que no tenía la mínima oportunidad ya no de ganar una contienda constitucional, sino de al menos lograr la postulación.
Comenzó un intento de precampaña mediática, que lo mismo incluyó algunas notas en medios de comunicación que la colocación de anuncios espectaculares.
Sin embargo, más tardó Paco Valencia en anunciar su “aspiración”, que habría sido alentada desde el gobierno estatal como una medida desesperada para romper la alianza PAN-PRD, que los perredistas en bajar al ex director de CEAV, a quien negaron toda posibilidad, sobre todo por dos motivos: primero, por el hecho de que en los términos de dicha alianza se establecía que la candidatura estaba reservada para el albiazul, por ser el partido que había registrado mejores números en los procesos recientes; y segundo, porque Valencia García había sido un colaborador de primer nivel en el gobierno de Javier Duarte.
Posteriormente, ya al comenzar 2016, el ex funcionario duartista intentó un acercamiento con el Partido del Trabajo, disminuida fuerza política que optó por la candidatura de Alba Leonila Méndez Herrera.
Así, el fallido intento de Francisco Valencia por participar como candidato en esa contienda, la de gobernador en 2016, sólo pasó al anecdotario político veracruzano como una ocurrencia, una acción desesperada y hasta burda de Javier Duarte por impedir que se concretara la alianza entre panistas y perredistas en una entidad cuya población ya estaba cansada de tanta corrupción gubernamental.
Hoy, el ex titular de la Secretaría de Comunicaciones y de la dirección general de la Comisión del Agua es uno más de los internos de Pacho Viejo, un nuevo huésped de un penal que hoy tiene entre sus reos a cuatro ex secretarios del gabinete estatal.
Nos dicen, por cierto, que Paco Valencia no será el último; que es un eslabón más en una larga cadena de ex colaboradores de Duarte que serán detenidos y encarcelados; y que vienen más ex secretarios, más ex responsables del manejo de los recursos y ex colaboradores del primer círculo del ex gobernador que hoy es considerado uno de los prófugos más buscados de nuestro país.
Vía recreativa en Xalapa
El alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, puso en marcha la iniciativa de convertir en Vía Recreativa uno de los carriles de la avenida Murillo Vidal, como lo propuso el Consejo de Movilidad Urbana, una organización de la sociedad que ha mostrado una genuina preocupación por uno de los problemas más fuertes que enfrenta la capital veracruzana.
Esta acción, la del ayuntamiento local, cumple varios propósitos y uno muy importante es que abre la posibilidad a las familias de contar con un nuevo uso del espacio urbano que era necesario en la ciudad.
@luisromero85
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