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    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

     

    Al interior de los partidos políticos ya se analizan los perfiles de quienes buscarán el próximo año una curul en el Senado de la República, espacio en el que Veracruz hoy tiene a dos priistas y un panista, José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, así como María del Rosario Guzmán Avilés, suplente de Fernando Yunes Márquez.

    De acuerdo con los cambios en las leyes en materia de paridad de género, los partidos deberán postular a mujeres en al menos una de las dos fórmulas.

    En esa carrera por llegar a la Cámara Alta no falta quien encarte a la ex alcaldesa de Xalapa, Elizabeth Morales García, quien habría pasado de Profeco a la delegación del ISSSTE con la aparente finalidad de ubicarse en una mejor posición para buscar el Senado.

    Morales García ya ganó dos elecciones; sin embargo, en su última experiencia electoral, cuando buscó la diputación federal por el distrito de Xalapa, fue enviada al tercer lugar sin alcanzar siquiera la mitad de los votos de Morena.

    La delegada del Issste podría encontrarse en la interna con otra mujer que también encabeza una delegación del gobierno federal, Anilú Ingram Vallines, de Sedesol, lo que anticipa no sólo una lucha de pronóstico reservado entre ellas, sino sonre todo entre sus respectivos padrinos políticos.

    Otra carta que se ha mencionado en el PRI es la lideresa del sindicato del Cobaev, Érika Ayala Ríos; sin embargo, haber rendido protesta como senadora, tras la licencia de Héctor Yunes Landa, deja fuera de la contienda de 2018 a la dirigente sindical.

    Mientras tanto, en Acción Nacional se da como un hecho la postulación del actual titular de la SIOP, Julen Rementería del Puerto; sin embargo, en el panismo no existe una figura femenina que pueda considerarse perfilada desde hoy: algunas voces al interior del blanquiazul ubican a la legisladora Mariana Dunyaska García, aunque también hay quien menciona a María del Carmen Pontón Villa, a Teresita Zuccolotto  e incluso a la diputada Cinthya Lobato Calderón, a pesar de su falta de protagonismo en el Congreso local.

    Por otro lado, si el PRD participa en alianza con Acción Nacional en las elecciones federales de 2018; la segunda fórmula de dicha coalición tendría que ser reservada para una mujer perredista y es ahí donde podría fortalecerse el nombre de la actual coordinadora de la bancada del Sol Azteca en la Legislatura veracruzana, Yazmín Copete Zapot.

    En Morena las cosas están más claras en cuanto a la mujer que sería ubicada como candidata al Senado. En esa fuerza política, la actual diputada Rocío Nahle García llegaría sin problemas a dicha posición, no en la segunda, sino en la primera fórmula, con lo cual prácticamente aseguraría su presencia en la próxima Cámara Alta.

    Lo interesante en Morena, a propósito, no será la candidatura de Rocío Nahle, sino la suplencia de esa fórmula, que tendría que ser reservada para una mujer. El punto radica en que de ganar López Obrador la contienda presidencial, la actual representante del distrito de Coatzacoalcos podría ser llamada al gabinete, en tanto que la suplente sería llamada a ocupar una curul en la Cámara Alta; ahí es donde podría surgir la figura de la ex diputada Mónica Robles.

    Hoy, cuando falta más de un año para esa jornada electoral, todo parece indicar que Veracruz tendrá uno o dos senadores panistas y uno o dos de Morena, en tanto que el PRI corre una vez más el riesgo de perder su representación veracruzana en el Senado de la República. @luisromero85

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