Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política
El censo realizado en el año 2015 por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat, arrojaba la cifra superior a mil doscientos animales exóticos en su gran mayoría, que tenían en su poder los circos; de ese número a principios del año en curso sobreviven alrededor de 100, el resto han ido muriendo en el abandono, por enfermedad, sin que les proporcionaran las condiciones que requerían para continuar con vida.
Muchos de los animales terminaron de tapete, otros disecados para exhibirlos como trofeos, paradójicamente por “distinguidos” militantes del Verde.
Fue la peor ocurrencia del llamado Partido Verde “Ecologista de México”, por simple protagonismo, ante la falta de presentar iniciativas de valor, de mayor trascendencia. La Ley General de Vida Silvestre, aprobada en diciembre de 2014 por las cámaras de diputados y senadores, entró en vigor en julio de 2015. Los del Verde actuaron de manera irresponsables, sabían de antemano que no había forma de garantizarles la existencia a los animales decomisados. Los “rescataron” de los circos para llevarlos a la muerte. Lo hemos señalado anteriormente.
Por supuesto que los animales salvajes tienen todo el derecho a que se encuentren en su hábitat, en libertad; pero de eso a presentar una propuesta como un simple disparate, sin que les haya preocupado el futuro que les esperaba a los tigres, leones, elefantes y demás especies, es muy distinto; les ocasionaron una verdadera tragedia, no tuvieron nombre, por no poder llamarlo de otra manera.
Hoy nuevamente los del Verde se les ocurrió hacer un agregado a la Ley de Vida Silvestre, se encuentra en discusión el dictamen que prohíbe utilizar mamíferos marinos de cualquier especie, como ballenas, delfines y manatíes, en espectáculos fijos o itinerantes.
De los que se oponen a la propuesta del Verde, Verónica Delgadillo, diputada de Movimiento Ciudadano criticó que el dictamen presentado por el PVEM realmente afecta más a los delfines y “está lleno de incongruencias”, pues por un lado va permitir que se sigan exhibiendo 400 delfines en cautiverio, a la vez que se va a impedir que se reproduzcan más de una vez.
“No son los delfines, es el negocio del Verde”, se observaba escritos en pancartas en el interior de San Lázaro. Acusaron al Verde de querer utilizarlo para ganar votos.
Las reformas a la Ley General de Vida Silvestre, son con el propósito de “presumir, en cada espacio y en cada rincón”, con fines electorales, como lo hizo con los temas de los vales de medicina y la prohibición de los animales en circos, ambas iniciativas del Verde, manifestaron quienes van en contra de la iniciativa.
“Hay intereses económicos detrás. Se está generando un oligopolio, estamos dando garantías para que las empresas que explotan a los delfines los sigan explotando durante 80 años”, reclamó la diputada Delgadillo.
El jueves pasado en que se trató de votar el dictamen que prohíbe utilizar mamíferos marinos en espectáculos, un legislador mostró fotografías en donde aparece la esposa del diputado Jesús Semana del Partido Verde posando con un león disecado.
La última modificación que los del Verde hicieron a la propuesta aprobada este martes en la Cámara de Diputados, deja sin protección a casi 400 delfines destinados a vivir en cautiverio e incrementar su reproducción bajo estas condiciones.
Es de las cosas que no se entienden en este país. Habiendo demasiados temas prioritarios por atender: corrupción, inseguridad, desempleo y muchos más, los legisladores del Partido Verde continúan en las mismas, en buscar la manera de figurar y ser tomados en cuenta. No tienen mayor interés. Son tiempos electorales.
¡Qué culpa tienen los delfines! De la improductividad y falta de capacidad para legislar los del Verde.
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