Destacado

    Naldy Rodríguez

    Transparencia 3.0

    Me cuesta trabajo escribir cuando el panorama es desalentador y mis pensamientos se llenan de una negatividad que no quisiera compartir.

    Cuando me enteré de la noticia del artero y despreciable asesinato de Javier Valdez Cárdenas confieso que me provocó molestia pero no dolor… fue hasta que vi la foto del restaurante donde llegaba todos los días a desayunar, convertido en una ofrenda; fue hasta notar el espacio vacío, la taza fría, la ausencia, que me provocó un hueco en el pecho y las ojos se me nublaron.

    El espacio que deja en nosotros la persona que se va, sin duda es difícil de llenar, a veces imposible. Hay huecos que nunca se cubren como el que ahora deja la muerte intempestiva del fundador del semanario Riodoce y autor de al menos ocho libros. Con su muerte, aumentan los vacíos: seis periodistas privados de la vida en México durante el 2017, uno de ellos en Veracruz.

    En el año, el columnista Ricardo Monlui fue asesinado y el Jefe de Información del periódico la Opinión de Poza Rica, Armando Arrieta, fue herido gravemente. En ninguno de los dos casos se detuvo a los responsables ni hay avances en las investigaciones.

    Un total de 16 comunicadores del estado de Veracruz tienen en estos momentos medidas de seguridad de “alto riesgo”, después de haber recibido amenazas. Algunos cuentan con escoltas, otros con videovigilancia o “botón de pánico”.

    En lo que va del año se han registrado al menos 31 agresiones de distinta índole en contra de periodistas veracruzanos. De acuerdo a la investigación de las autoridades de la CEAPP, el 23 por ciento de dichas agresiones provienen de particulares y el mismo porcentaje de servidores públicos, otro 4 por ciento de la delincuencia organizada, y un 50 por ciento se desconoce su procedencia.

    Demandar a la Fiscalía General del estado o a la Feadle resultados en las investigaciones de los crímenes de trabajadores de los medios de comunicación de la entidad parece ocioso. Y las tres medidas de Peña (designar más presupuesto, coordinarse con los estados y más personal capacitado) son endebles, solo para salir del paso, sin plazos para su cumplimiento ni mecanismos de vigilancia. Me suena a que solo engrosará la burocracia.

    La voz de decenas de periodistas mexicanos y veracruzanos se ahoga, es un grito desesperado que nadie escucha: “Nos están matando”, dicen, pero no hace eco. Exigir justicia ya no basta.

    No son un número, son vacíos que no se llenarán…

    Pedro Tamayo

    Manuel Torres

    Anabel Flores

    Rubén Espinosa

    Juan Mendoza Delgado

    Armando Saldaña

    Moisés Sánchez

    Gregorio Jiménez

    Víctor Manuel Baez

    Guillermo Luna

    Esteban Rodríguez

    Gabriel Huge

    Regina Martínez

    Yolanda Ordaz de la Cruz

    Noel López Olguín

    Miguel Ángel López Velasco

    Misael López Saldaña

    Ellos no son números, son seres humanos y los medios somos corresponsables de la deshumanización de la ciudadanía frente al narco”, dijo Javier Valdez al presentar sus libros en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en diciembre de 2011.

    Twitter @ydlan 

    transparencia3.0@hotmail.com

    Hacer Comentario