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    Ricardo Vázquez Salazar

    Esfera Política

    Mucho de qué hablar sigue dando el Poder Legislativo en nuestro país. Ha causado  revuelo el Informe Legislativo 2017 que la semana anterior dio a conocer el Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, en el que revela fundamentos del encarecimiento del servicio parlamentario en los últimos años, el excesivo gasto que representan en diferentes partidas, del que no escapa el despilfarro, situación que contrasta con la improductividad de los diputados, hasta los arreglos en lo oscurito.

    El documento del IMCO destaca entre otros datos:

    En México hay 1,124 diputados locales que tienen como función defender el interés público, sostenerlos nos cuesta 13 mil 551.3 millones de pesos. A pesar de su importancia, pocas veces son estudiados, monitoreados, llamados a rendir cuentas y a mejorar su desempeño. De acuerdo con el Informe país sobre la calidad de la ciudadanía en México (INE-Colmex, 2015), el 82% de los mexicanos no confía en los diputados.

    Debido a la limitada información disponible, para construir esta segunda edición del Informe Legislativo se consultaron 32 sitios web, se revisaron 65 marcos normativos y 32 tomos de cuenta pública. Además se enviaron 800 solicitudes de información (25 a cada congreso), de las cuales el 79% fueron respondidas de manera satisfactoria. Solo las legislaturas de Campeche, Chihuahua y Sinaloa respondieron satisfactoriamente el 100% de las solicitudes, mientras que los congresos con menor porcentaje de respuestas adecuadas fueron Morelos (36%), Veracruz (32%) y Colima (16%).

    Aunque los congresos locales tienen la misma función, hay disparidad en sus presupuestos por diputado (presupuesto del congreso entre número de diputados). El congreso de Puebla opera con un presupuesto por diputado de 3.5 mdp, en contraste la Asamblea Legislativa lo hace con 28.8 mdp, es decir, el costo de ocho diputados locales de Puebla equivale a uno de la Asamblea Legislativa. Si se aplicara el presupuesto de Puebla al resto de los congresos habría un ahorro de 9 mil 574.2 mdp (71%).

    En 2016 el gasto de los congresos locales se destinó a salarios del personal (56%), servicios generales (22%), transferencias y ayudas sociales (14%), y otros (9%). Aunque otorgar ayudas sociales no forma parte de las funciones de un legislador, 17 congresos gastaron en conjunto 1,355.6 mdp por este concepto. La Asamblea Legislativa de la Ciudad de México y los congresos de Guerrero y Veracruz ejercieron en ayudas sociales un total de 878 mdp, cifra mayor a lo que se destinó a sus entes de fiscalización (865 mdp).

    Mientras que a nivel mundial el 70% de los parlamentos nacionales tiene en promedio 18 comisiones permanentes, en las legislaturas locales de México sólo Baja California, Guanajuato y Yucatán tienen menos de 20 y el promedio es de 29. Los congresos con más comisiones son los de Chiapas (42), Oaxaca (40) y Veracruz (40). En el último año, las legislaturas que crearon más comisiones fueron Veracruz (6), Baja California Sur (5) y Morelos (5). -Hasta aquí los datos contenidos en el informe del IMCO-.

    Es muy notorio observar que el Congreso veracruzano ha sido de los más beneficiados con la asignación presupuestal. Lo lamentable, además de la improductividad que lo ha caracterizado, es también el despilfarro en francachelas, del que habló hace un mes la diputada Cinthya Lobato, en referencia a la actual Legislatura.

    Además de eso, las complicidades de los legisladores que fungieron en su momento para estar de acuerdo con las atrocidades perpetradas en la administración de Javier Duarte.   

    Se recordará que en el pasado mes de abril se filtró un audio de una supuesta conversación telefónica en la que Octavia Ortega Arteaga, presidenta de la Mesa Directiva, le dice a Juan Nicolás Callejas, presidente de la Junta de Coordinación Política, ambos de la anterior Legislatura local, que ya habló con el gobernador, porque algunos legisladores estaban pidiendo más dinero.

    “Ya hablé con estos cabrones, les dije que se dejaran de pendejadas, que nuestro jefe es Duarte y que los chocolates que reciben de él no salían de la nada. Con la misma disposición que reciben los chocolates, que igual saquen las iniciativas”, se escucha la legisladora.

    Pánuco, municipio que “representó” en su momento la diputada Octavia Ortega, es recordada en esa localidad y en toda la región, porque negaba una y otra vez la violencia e inseguridad que golpeaba severamente a la población. Por quedar bien con su jefe Javier Duarte, la ex diputada puso su granito de arena para que la delincuencia organizada se acomodara plácidamente, sin importarle los estragos que ha estado sufriendo la gente de la Huasteca.   

    El asunto de la “chocolateada” a los ex diputados que apoyaron al recluso del penal Matamoros de Guatemala, Duarte de Ochoa, por todo el daño provocado, vuelve a cobrar vigencia. Se escuchan voces que exigen se lleve cabo una investigación.

    Aparte de caros: improductivos, ineficientes, cómplices.   

    rvazquez002@yahoo.com.mx

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