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    Naldy Rodríguez

    Transparencia 3.0

     

     

    Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, o sea Agustín Lara, escribió una noche estrellada y con una luna intensa de 1933 que Veracruz es un «rinconcito donde hacen su nido las olas del mar», pero también que Veracruz es «rinconcito de patria que sabe sufrir y cantar».

    «Una noche barbara» descrita con sus propias palabras fue la que inspiró al Flaco de Oro a componer esa letra. Aún hay anocheceres así en Veracruz, pero también hay días aciagos en una tierra inhóspita, mientras su gente sufre, canta y aguanta.

    El territorio veracruzano se encuentra asolado por los delitos de alto impacto como el homicidio, secuestro y desapariciones forzadas. El Observatorio Nacional Ciudadano Seguridad, Justicia y Legalidad en su «Reporte Sobre Delitos de Alto Impacto», asegura que el mes de Marzo 2017 ha sido el más violento en los últimos meses.

    Se registraron 2 mil 256 víctimas de homicidio doloso en marzo, procedentes de 2 mil 20 carpetas de investigación, lo que indica que el 10.46 por ciento de las víctimas fallecieron en hechos múltiples. Y de las entidades con más víctimas fueron Guerrero (210), Estado de México (196), Veracruz (189) y Baja California (181); concentrando más de la tercera parte (34.40%) del total de afectados. En el último mes, en Veracruz se habrían registrado una centena de homicidios, según los datos proporcionados por el gobernador Yunes (se agradece la información con toda claridad).

    En secuestros, el Observatorio Nacional Ciudadano señala que el mayor aumento absoluto lo reportó Veracruz en el mes de marzo con 5.33 víctimas, al compararlo con el promedio mensual.

    Evelyn, una mujer joven de San Andrés Tuxtla, fue una de la víctimas de estos dos delitos. La imagen de su rostro se compartió una y otra vez por amigos y familiares consternados por su muerte. Tenía dos semanas secuestrada cuando descubrieron que la habían asesinado; hay dos detenidos por estos hechos.

    La inseguridad no es de hoy, ni se da por generación espontánea. Al final del sexenio de Duarte, para el PAN fue muy redituable -políticamente- cada uno de los hechos violentos que se registraron.

    Los medios de comunicación abonaron a la transición en el gobierno al informar de los secuestros, homicidios o desapariciones, pero también de las constantes violaciones a los derechos humanos de diferentes grupos sociales como los pensionados o los maestros por parte de quienes eran autoridad. La sociedad organizada y el acceso a la información contribuyeron a sacar al PRI de la administración pública estatal.

    Los periodistas le quedamos a deber a la sociedad, es cierto. Se necesitan más espacios críticos, un mejor manejo de la información, investigación a fondo con datos más precisos, pero sobre todo autonomía.

    En las democracias más avanzadas, la libertad de expresión es un bien que se cuida y se protege porque coadyuva a comprender los asuntos de relevancia política y promueve la participación ciudadana; además de “desarrollar el esencial principio democrático de la rendición de cuentas, hacer visibles los actos del gobierno y discutir sobre las mejores alternativas en materia de políticas públicas”, dice Miguel Carbonell, investigador y académico en temas jurídicos.

    Por todos, debemos cuidarla, defenderla y respetarla, aunque no coincidamos en las ideas…

    “Hay una diferencia importante entre entender el oficio periodístico como el de un contralor del poder y entenderlo como el de un justiciero”.

    La incisiva y demoledora paciencia de Ryan Lizza

    Diego Salazar

    Encuentran su artículo en: https://nohemosentendidonada.wordpress.com/2017/08/01/la-incisiva-y-demoledora-paciencia-de-ryan-lizza/amp/

    Twitter @ydlan

    Transparencia3.0@hotmail.com

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