Salvador Muñoz
Los Políticos
En nuestro Palacio Legislativo hay una colonia de gatos… ¡en serio! Quienes tienen oportunidad de acudir al recinto, por la zona de la cafetería, podrán asomarse a los prados y verán a esos felinos retozando, lamiéndose los “recuerdos” porque todos ellos fueron esterilizados para evitar una sobrepoblación de animales… ¡no! ¡No son 50 gatos! Estoy hablando en serio… ahora que si de bromas se trata, el chiste es que los gatos están allí para mantener a raya a las ratas del Congreso…
II
En la pasada Legislatura, los administrativos y personal de limpieza, jardines u otras áreas, pretendieron exterminar a estos mininos y lo hubieran hecho, de no ser por dos factores:
1.- Un grupo de mujeres que allí labora pugnó porque se respetara el hábitat que habían hecho los felinos en los prados y jardines del Palacio Legislativo…
2.- La actuación de los diputados de la pasada Legislatura que apoyaron la postura de estas mujeres en favor de los gatos.
Comento esto porque el pasado sábado, el Gobernador entregó a los diputados de esta Legislatura algunas observaciones con respecto a las reformas que hicieron a la Ley de Protección a los Animales que autoriza las peleas de gallos y las vaquilladas.
Uno de los argumentos que esgrimió en su discurso el Gobernador para “retachar” estas reformas es muy simple: no fomentar de ningún modo en la sociedad veracruzana la violencia en cualquiera de sus modalidades.
III
Los que están a favor de estas reformas, es decir, de las peleas de gallos, esgrimen que se van a perder cientos y cientos de empleos… un argumento muy válido pero que se cae con una simple pregunta: ¿cada cuánto hay peleas de gallos en Xalapa? ¿En Emiliano Zapata? ¡O en el municipio que usted cite! Al menos que yo sepa, nunca he visto un anuncio que me diga que cada fin de semana habrá un palenque.
Agreguemos algo más: en el momento en que a un gallo le ponen navajas, se busca que los animales se hagan daño, para que a costa de la muerte de uno de ellos, alguien se lleve dinero… sin contar a los “empresaurios”…
IV
Las vaquilladas funcionan igual… son contadas las ocasiones y contados los lugares en que se desarrollan éstas en Veracruz. El argumento para su existencia es que se fomenta la tradición y el turismo.
¿Es tradición golpear, picar, estresar a un animal para divertirse? Las calles por donde hacen correr a vaquillas o toros de lidia no son aptas para sus pezuñas, por lo que corren el riesgo de lastimarse sin contar con el estrés que le implica verse rodeado de imbéciles embrutecidos por alcohol con aires de valientes.
¿Turismo? ¿Una semana de turismo resuelve su vida el resto del año? En Pamplona y su San Fermín, se reduce al maltrato de 60 toros de lidia que acaban muertos en un lapso de 10 días y al igual que en Xico, la noticia es cuando un idiota es cogido por un toro. Han de disculpar, pero se me hacen más sanos los “spring breakers” que estos “turistas”.
Al final, no sé cuál vaya a ser la respuesta de los diputados con respecto a las observaciones que hizo el Gobernador a estas reformas, pero si nuestros legisladores fueran congruentes, buscarían proteger a estos animales con la Ley en la mano, porque no es posible entender que se deje en la indefensión a los gallos y a las vaquillas, cuando los burros gozan de fuero.
smcainito@gmail.com
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