Luis Alberto Romero
Hora Cero
De cara al proceso local electoral de 2018, todo parece indicar que al interior del priismo veracruzano ya existe consenso en cuanto a la selección del candidato a gobernador del estado.
Lo más probable es que del senador José Francisco Yunes Zorrilla busque recuperar la plaza para su partido, tras la derrota de 2016, cuando el tricolor, con Héctor Yunes Landa, se quedó a casi 130 mil votos del triunfo.
Para el PRI, está visto que entre ir solo y participar en alianza con el Verde y con el PANL no hay demasiada diferencia; prácticamente son los mismos votos.
Sin embargo, la decisión de ir en solitario o como parte de una coalición no corresponderá al priismo veracruzano, dado que se trata de un acuerdo que se tomará en el Altiplano.
Pepe Yunes ya recorre el territorio estatal, a fin de dar mantenimiento a sus relaciones y tratar de incrementar su presencia.
Sabe, por otro lado, que el resultado se dará en función de la unidad interna; es ahí donde juega un papel importante el ex candidato a gobernador, Héctor Yunes Landa, quien habría comentado ya a un grupo de cercanos que buscaría una vez más la candidatura, aunque las circunstancias favorecen al de Perote.
No se ve otro escenario posible para el PRI de Veracruz: si el candidato es Yunes Zorrilla, el PRI tendrá la posibilidad de contender con posibilidades de éxito en las elecciones de 2018; si es cualquier otro personaje, incluido Yunes Landa, esas posibilidades se diluyen de forma considerable.
Un triunfo seguro no entra ni siquiera en el presupuesto del priista más optimista, dado que la contienda será sumamente competida; guerra encarnizada, batalla cruenta en la que el PRI parte otra vez con aparente rezago frente al arrastre del Movimiento de Regeneración Nacional y su candidato, Andrés Manuel López Obrador; y ante quien será un adversario sumamente fuerte, el que surja de la alianza PAN-PRD-MC.
En cuanto al Senado de la República, el escenario priista no está tan claro como el proceso de selección del candidato a gobernador.
Para la Cámara Alta se han mencionado al menos 4 o 5 personajes; dos hombres: Américo Zúñiga Martínez, alcalde de la capital del estado, quien también ha sido apuntado para la dirigencia estatal del PRI; y Juan Manuel Diez Francos, ex diputado federal y actual presidente municipal de Orizaba; así como dos mujeres: Elizabeth Morales García, ex alcaldesa de Xalapa, ex diputada federal y actual delegada del ISSSTE en la entidad; y Anilú Ingram Vallines, ex diputada local y delegada de la SEDESOL en Veracruz, con aparente ventaja para la primera. De hecho, al interior del PRI no le dan muchas posibilidades a la delegada de Sedesol.
Por cierto, se ha comentado que las dos fórmulas priistas al Senado por Veracruz no necesariamente deben apegarse al criterio de paridad de género; según esta hipótesis, en las boletas de próximo año podríamos ver a dos candidatos hombres, que podrían ser Zúñiga Martínez y Diez Francos; o bien a dos mujeres, Elizabeth Morales y Anilú Ingram, por ejemplo.
De igual forma, en esa lista habría sido apuntado el nombre del diputado federal Erick Lagos Hernández, pero éste tiene menos posibilidades por el fierro quemador de su relación con los ex gobernadores Fidel Herrera y Javier Duarte.
Otro punto que todavía no se encuentra en el radar político de los priistas veracruzanos es la probable candidatura del diputado federal del Verde, Javier Herrera Borunda, al Senado de la República.
Esas son, en términos muy generales, las cartas que se barajan en el PRI, donde la única definición por el momento parece ser la de José Francisco Yunes como abanderado al gobierno del estado.
Ecos del Grito en Xalapa
El del pasado viernes 15, fue el último Grito de Independencia que le correspondió al alcalde Américo Zúñiga Martínez en su calidad de autoridad municipal, mientras que para el gobernador Yunes Linares fue el primero y penúltimo de su mandato.
Ambos políticos mantienen una respetuosa relación de trabajo que se vio reflejada una vez más en la coordinación de los festejos patrios que miles de personas disfrutaron en la noche del Grito y en el Desfile cívico militar.
Esto habla de una madurez que permite la convivencia política que en otros tiempos incluso, no se llegaba a dar.
El próximo año ya veremos cuáles son los términos de la relación entre la autoridad estatal y la municipal en turno. Lo que es un hecho es que el oficio político de Zúñiga Martínez ha sido favorable para mantener un marco de armonía, acuerdo y colaboración que la sociedad agradece.
@luisromero85
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