Destacado

    Ricardo Vázquez Salazar

    Esfera Política

    La desgracia y los desastres que dejaron los terremotos recientes no parecen ser suficientes para el consejero del INE, Ciro Murayama, quien se expresa más preocupado por no hacer un ajuste o modificación a lo que marca la Constitución, en relación al dinero etiquetado a los partidos políticos y ante la urgencia que representa disponer de recursos oficiales para la reconstrucción. Murayama reclamó que ya no hay tiempo para reformar la ley, y que no es momento de improvisaciones. Argumentó que la emergencia por los sismos debería de dar lugar a reflexiones. Aseguró que lo peor que le puede pasar a México es que tengamos un daño a nuestra institucionalidad democrática.

    En ese deshojar la margarita que pide Murayama, muestra una gran preocupación por el posible daño a la institucionalidad democrática, pero a la vez manifiesta insensibilidad por las miles de familias que se quedaron en la calle, muchos de ellos perdieron a sus seres queridos. Jaime Rivera, otro consejero del INE le hizo segunda a Murayama en sus desatinos.

    ¡Con estos consejeros electorales, para qué queremos enemigos!      

    Claudia Sheinbaum, delegada en Tlalpan en la CDMX se deslinda de cualquier responsabilidad, al argumentar que el Colegio Enrique Rébsamen estaba bien construido y tenía todos los papeles en regla, todo estaba en orden, y que la atribución del uso de suelo le corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, Seduvi del gobierno capitalino. Esto lo afirma a pesar de que el colegio registró suspensiones de obra entre 2010 y 2014; pagaron las multas y las obras continuaron –dijo la delegada-, en un plantel que se derrumbó el pasado 19 de septiembre, en el que murieron 7 adultos y 19 niños. Sheinbaum ya dio su peritaje exprés: “estaba bien construido”. Aunque en la parte superior del edificio destruido hoy se sabe habían agregado un departamento  con mármol, acero y jacuzzi, sobre las aulas.

    En la CDMX varios edificios no los derrumbó el terremoto, los derribó la corrupción, y acabó con la vida de más de 300 inocentes. Habrá mucho que explicar por parte de los constructores y autoridades responsables, acerca de los recién edificados, destruidos que supuestamente cumplían con la normatividad.

    Si con todo esto la lumbre no le llega a los aparejos, con el bate al hombro está puestísimo Ricardo Monreal, para lo que se ofrezca en 2018.   

    Pretendía hacer caravana con sombrero ajeno, desubicado del entorno en que se encuentra nuestro país en estos momentos, no previó las reacciones y el yerro le está resultando adverso.  Los trabajadores petroleros sindicalizados desconfían por completo de su dirigente Carlos Romero Deshamps. No están de acuerdo en que sin consultarlos disponga de un día de salario de cada uno de los agremiados para aportarlo a las labores de reconstrucción, y no es porque no estén dispuestos a cooperar, el enojo radica en que no confían en que el dinero descontado verdaderamente vaya a llegar a los afectados. Sólo faltó que Romero Deshamps también pensara en organizar un evento para dar un banderazo de salida a los recursos que no son de su cartera, son de los trabajadores petroleros.  

    A propósito de reencausar recursos. Los mexicanos siguen preguntando si Romero Deshamps continuará recibiendo cientos o miles de millones de pesos cada año a través de los convenios en secreto con Pemex, salario, bonos, viáticos y premios. A los trabajadores petroleros los acaba de inquietar y acelerar su mismo dirigente: protestan y se quejan debido a que desconocen el destino del dinero que cada catorcena les descuentan por concepto de cuotas sindicales.   

    Viendo lo que ha estado sucediendo, qué bueno que no terminaron la Torre Pediátrica de Veracruz, obra que inició Fidel Herrera y que simuló continuar Javier Duarte. Si el edificio parcialmente construido se estaba cayendo a pedazos con un simple ventarrón, ahora imaginemos en funcionamiento, con todo el peso que implica amueblado, equipado, con personal que ahí laboraría, pacientes, visitantes y todo aquel que tuviera necesidad de permanecer en el hospital.

    Los xalapeños tienen presente que en mayo pasado colapsó una losa del colector pluvial en plena avenida Murillo Vidal, no soportaba peso y por fortuna no transitan vehículos en esa área.  

    Todos deseamos no vayan a aparecer más obras mal construidas, que representen un peligro para la población, producto de la descomposición, de ese siniestro e indeseable binomio constructor-corrupto.    

    rvazquez002@yahoo.com.mx

    Hacer Comentario