Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política
En la actualidad el paisaje en nuestro país nos muestra un mosaico de múltiples tonalidades, más acentuadas de lo que anteriormente se veían. Podría parecer irrelevante el comentario, mas consideramos que no es así, que es trascendental, si le damos la interpretación que corresponde a la continuidad de actitud solidaria asumida por los mexicanos a partir de los lamentables sucesos que marcaron los terremotos recientes. La secuencia de fraternidad y hermandad, son los síntomas que mostraron los asistentes al partido de futbol México-Trinidad y Tobago, en el Estadio Alfonso Lastras, de San Luis Potosí el viernes pasado, de absoluto respeto al equipo visitante; evento en el que antes de iniciar el partido los jugadores le rindieron un merecido homenaje a los héroes de los sismos ocurridos el 7 y 19 de septiembre, a representantes del Ejército y la Marina, rescatistas, socorristas y los llamados binomios caninos, vitoreados con aplausos por parte de la afición.
En el concierto “Estamos Unidos Mexicanos”, realizado en la CDMX este domingo, también se realizó un homenaje a los cuerpos de seguridad y rescatistas que apoyaron durante los sismos recientes de septiembre.
En otro escenario, con distinto matiz, gran parte de los que conforman la clase política en nuestro país permanecen en el extravío. Muchos son los que se están quedando rezagados; ya no encajan en el contexto nacional, de una sociedad que en los últimos 20 días reveló haber evolucionado y madurado, aunque no han faltado los escépticos que se atreven a negarlo, a tildar de irrelevante la reacción de los mexicanos en momentos de desgracia.
Un suceso da evidencia que el diálogo y las discusiones verbales entre actores políticos quedaron rebasadas. El senador y exgobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, golpeó al secretario de Desarrollo Social y exalcalde de Benito Juárez, quien respondió con sendos porrazos con los que estuvo a punto de lograr que González Canto fuera a dar a la lona. El motivo de la agresión fue un tuitazo del titular de Desarrollo Social, Julián Ricalde Magaña, quien criticó la presencia del senador y el saludo de este al gobernador actual de esa entidad, Carlos Joaquín, en un desayuno oficial en el marco el marco de la celebración organizada en Chetumal con motivo del 43 Aniversario de la creación del estado de Quintana Roo. Los presentes atestiguaron que Félix González pretendió alcanzar una silla de plástico y que al darse cuenta Ricalde se le adelantó con un tercer golpe del que el senador rebotó y fue a dar junto a un grupo de concurrentes. ¡Vaya pobreza de políticos!
Un medio de comunicación digital de la CDMX acaba de precisar que la corrupción y la inseguridad, cuestan 347 mil millones de pesos y 229 mil 100 millones de pesos respectivamente, de acuerdo con cifras oficiales; cantidades muy superiores a la estimación oficial de lo que se requiere para la reconstrucción en las entidades dañadas por los sismos, por el orden de los 37 mil 500 millones de pesos.
Preocupante lo señalado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, SCT, al reconocer que la mala calidad en muchas obras e inmuebles en México es un foco rojo, pues fueron construidas entre corrupción, omisiones y basadas en modelos donde simplemente se copian planos de otras edificaciones. El control de calidad se da por una iguala mensual al supervisor. Con esto se confirma que los 47 edificios colapsaron por la corrupción, más que por los movimientos telúricos.
En territorio veracruzano, a menos de tres meses que los alcaldes concluyan su periodo, ya no alcanzaron aponerse a la altura de la población, muchos son los que se quedaron estancados en la inmadurez política y la incivilidad. Van a terminar su administración entregados a los negocios; detrás de la escasa obra pública esconden transacciones de intereses particulares, ajenos al beneficio colectivo.
Un buen número de ediles se van dejando pendiente el pago de laudos, sin importarles que posteriormente la justicia –en muchos casos la justicia federal- procederá en contra de ellos por incumplimiento.
En cantidad de municipios se sabe que los alcaldes están arrasando con todo lo que puedan, con terrenos y bienes diversos propiedad de la población; con el propósito de no dejarles nada y crearles condiciones adversas a los ediles entrantes por pertenecer a un partido distinto, tal y como procedió y pretendió hacerlo su ex jefe Javier Duarte de Ochoa antes de emprender la huida.
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