El hecho se podría reproducir en Veracruz el año próximo o el posterior. Todo indica que será ineludible. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, SCJN, dictaminó la destitución y consignación del jefe delegacional en Venustiano Carranza, en la CDMX, Israel Moreno Rivera, por incumplir un amparo que desde hace casi tres años le ordenaba reinstalar a empleados de la demarcación.
La espada justiciera no recae exclusivamente en Moreno Rivera. Durante la sesión de este martes, el Pleno del Alto Tribunal también ordenó la consignación del anterior delegado, José Manuel Ballesteros López, por haber incumplido el amparo de la sentencia del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.
Expedida el 29 de septiembre de 2014, la resolución judicial ordenaba a ambos funcionarios expedir a cuatro quejosos los nombramientos de verificadores, pagar diferencias de salarios y aguinaldos, así como otorgarles los elementos necesarios para el desempeño de su trabajo.
Israel Moreno, quien tomó posesión de delegado de la Venustiano Carranza el 1 de octubre de 2015, al igual que lo hicieron los otros 15 delegados, se defiende y considera “injusta” la sanción.
No es la primera sentencia de este tipo que emite la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como se recordará, en junio pasado ordenó el arresto del expresidente municipal de Nacajuca, Tabasco, Pedro Landero López y de otros diez exintegrantes del cabildo, por incumplir una sentencia, en la que se ordenó el pago de laudos a 26 ex empleados.
Restan escasos 52 días para que concluyan su periodo constitucional los ayuntamientos en Veracruz. Se tiene registro en la actualidad de mil 139 laudos laborales pendientes de pago en 199 ayuntamientos, mismos que comprenden un monto global que rebasa los dos mil millones de pesos.
Más que recursos económicos, ha sido la falta voluntad política, al desviar dinero a otros fines.
Un gran número de alcaldes siguen desatados haciendo negocios de toda especie, “para beneficio de la población”; las transacciones irregulares con terrenos son muy comunes, hasta despojos indebidos.
Mientras los esforzados trabajadores de limpia pública no pueden realizar su trabajo porque no les dan para comprar refacciones, llantas ni gasolina para los destartalados vehículos. Las ciudades están inundadas de basura.
Los alcaldes que se van les dejan colocada una bomba de tiempo debajo de la silla a los que entran, o con la soga al cuello.
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