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    Ricardo Vázquez S.

    Esfera Política

    Parte de todo el despiste, como en un concurso televisivo en que los participantes tienen que atrapar el mayor número de pececillos de plástico para meterlos en un recipiente, o de encestar las pelotitas que más se puedan, así viene siendo la percepción que tiene la población respecto al número de firmas que están obligados a recabar, contra reloj, para conseguir el registro oficial por quienes aspiran a ser candidato independiente para dar la pelea y llegar a ser el siguiente huésped de la residencia oficial de Los Pinos. Aunque quienes otorgan sus datos para formar parte de los más de 800 mil electores desconozcan por completo las verdaderas pretensiones, plan de trabajo, propuestas coherentes y viables que hasta el momento no las hay, de los aspirantes a la primera magistratura. Los dos o tres, si acaso, que lleguen a obtener el registro de candidato “sin partido” fincarán su anhelo en la ilusión de que se reproduzca el efecto “Macrón” 

    Así quedó establecido. Es algo parecido a uno de los mejores negocios del mundo, el que se realiza en México con la creación de un partido político. Es seguir al pie de la letra una simple receta de cocina: integrar un equipo que se encargue de recabar firmas, a la propuesta del nombre de un partido que se pretenda registrar agregarle un slogan que suene como lucha social, prometedor de un cambio, abrir una cuenta en el banco, ¡Y listo! A extender la mano para recibir cada año muchos millones de pesos, además de todos los privilegios que vienen incluidos en el paquete.       

    Son las reglas, le corresponde a Lorenzo Córdova Vianello, el árbitro de la “tormenta perfecta” –por tratarse de la elección más compleja de la historia de México- como la definió el mismo consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, después de aquella inolvidable mofa del mestizaje que conforma el 93 por ciento del total de los mexicanos -como si eso fuera una afrenta-, de la raza de bronce, así lo refirió Amado Nervo, se ha venido manifestando enérgico.

    Córdova no está dispuesto a que el Instituto tenga problemas el día de las elecciones, porque “si el 1º de julio le va mal al INE, el 2 de julio le va mal a todo el país y se pondrá en riesgo la convivencia”.

    Advirtió Lorenzo Córdova que el día de las elecciones de 2018, aparecerá en punto de las 11 de la noche en cadena nacional para anunciar los resultados electorales que arroje el conteo rápido del INE, “sean los que sean”.

    Mejor no hubiera anunciado nada, no había que pegar otro manotazo sobre la mesa, igual al anterior en que llamó a los partidos y candidatos a respetar los topes de gastos de campaña.

    Con la advertencia de hacer un anuncio la noche del 1 de julio, Córdova intentó hacer énfasis en la necesidad de generar mayor confianza ciudadana, cuando lo único que consiguió fue provocar  una andanada de supuestos y especulaciones nada favorables.        

    Es el primer despistado. Se equivoca Córdova Vianello, porque le podrá ir mal a México, pero al INE definitivamente no. Pase lo que pase los consejeros del instituto continuarán en su posición, el país podría ir de mal en peor, pero ellos no.    

    En reciente entrevista, el consejero presidente citó el libro de Eduardo Galeano sobre el futbol y la parte donde dice que el árbitro está condenado a quedar mal siempre con todos, con los que ganan porque ganan a pesar del árbitro, y con los que pierden porque pierden por culpa del árbitro.

    De aquel memorable “No se hagan bolas”, la versión actualizada: “Están despistados”.

    En Veracruz, volverán a aparecer como en las anteriores elecciones, candidatos in-dependientes, de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa. Dinero tienen de sobra.

    Los que se encuentran bien en la pista –de sus intereses personales- son los alcaldes. Un buen número de los salientes pertenecientes al partido tricolor, en las pasadas elecciones apoyaron candidatos con camiseta distinta, era la única alternativa para ganar y contar con la garantía de que les cuidaran las espaldas.

    Los alcaldes entrantes ya no se sabe a qué candidato a la gubernatura y a la presidencia de la república van a poyar, si al de la camiseta que traen encima, debajo, o más abajo.     

    rvazquez002@yahoo.com.mx

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