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    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

     

    Por si la falta de recursos y la retención de participaciones de la pasada administración estatal no fueran suficientes, hay funcionarios y tesoreros municipales que manejan el dinero público como si fuera suyo.

    Tal es el caso de Alvarado, donde –nos dicen– armaron una “licuadora” muy al estilo Duarte.

    Es tal el desaseo en el manejo de los recursos en dicho municipio que el alcalde electo ya anunció acciones penales contra las actuales autoridades.

    Nos comentan que si el ORFIS o el Gobierno Federal auditan a este ayuntamiento podrían encontrar millonarios desvíos, principalmente en obras federales.

    En Alvarado circulan versiones en el sentido de que la pésima administración de los recursos federales provoca quejas de proveedores y empresarios, que no ven concretadas las promesas de pago.

    El alcalde de Alvarado, Octavio Ruiz Barroso, podría ver amenazado su proyecto político por dicho desaseo, que ya de por sí está sumamente diezmado.

    En ese municipio es un secreto a voces que el tesorero del ayuntamiento es proclive a los viajes, por lo que ya habría visitado algunos países de Centroamérica y Europa, con pretextos, por ejemplo, como el hermanamiento con una ciudad alemana.

    Y mientras los recursos no se escatiman para esos viajes, los recortes al gasto son frecuentes y las deudas se incrementan.

    En Alvarado, por ciento, también se afirma que en los últimos años ha sido muy evidente la adquisición de residencias de lujo en fraccionamientos de la Riviera y Boca del Río, por parte de funcionarios de Octavio Ruiz Barroso.

    El reconocimiento a Zúñiga Martínez

    Cualquier gobernante se expone al final de su gestión al escrutinio popular, que es tan poderoso como cuando tiene la oportunidad de darle su confianza al elegirlo como autoridad. Perfilado a su cuarto y último informe de Gobierno que será este domingo 3 de diciembre, el alcalde Américo Zúñiga Martínez comienza una de las etapas más especiales para cualquier alcalde saliente, la de cosechar la crítica o el reconocimiento surgidos de la población.

    En el caso de Xalapa, hay un reconocimiento a la gestión de Zúñiga Martínez como una de las mejores que se hayan registrado en la capital veracruzana.

    Hay argumentos varios que así lo justifican. Por ejemplo, vecinos  de las calles Monte Vesubio y Río Amazonas, de la colonia Higueras coincidieron en agradecerle a la autoridad municipal por pavimentarles sus calles porque “ahora sí, vemos donde están nuestros impuestos”.

    Este poderoso testimonio podría estar en la mente de cada uno de los ciudadanos que ven cómo Xalapa ahora cuenta con cerca de 300 pavimentadas con concreto hidráulico, mixto o asfaltado. Otra voz que se sumó al reconocimiento popular al trabajo del alcalde xalapeño fue Luis Miguel Palacios Macedo Pérez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Xalapa, quien destacó que Américo Zúñiga se atrevió a hacer la obra que no se ve, como los colectores pluviales, porque “todo mundo quiere que se vea la obra y él no le tuvo miedo, porque ha beneficiado a muchas colonias que se inundaban y ahora ya no”.

    A las voces ciudadanas se suma también la de organizaciones acreditadas como la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM) que distingue al Ayuntamiento de Xalapa con el Premio Nacional de Buen Gobierno Municipal 2017, el cual será recibido por el alcalde Américo Zúñiga Martínez dentro de la Jornada Municipalista que se realizará esta semana en la capital del país.

    Zúñiga Martínez camina a un cierre de gobierno en el que no hay descanso para seguir entregando obras y seguir haciendo gestiones para dejar más recursos a la administración entrante. Puede decirse que Américo está cosechando el fruto del trabajo y no deja de seguir sembrando. Esto lo coloca también en un escenario prometedor para el 2018. @luisromero85

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