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    Ricardo Vázquez S.

    Esfera Política

    No cuesta trabajo imaginar lo que pensará un alferéz, teniente, coronel, en su papel de responsables de un pelotón, unidad, compañía, del Ejército, Fuerza Aérea, Marina Armada de México, al ver como  se desgarran las vestiduras los diputados que no están de acuerdo con la Ley de Seguridad Interior, al pronunciarse en contra del dictamen, y considerar que abre la puerta a la militarización del país, y potenciales violaciones de garantías de los ciudadanos, cuando son los mandos castrenses que en el frente de batalla han visto caer despedazados a sus elementos, en una guerra que por supuesto no les corresponde enfrentar.

    ¿Potenciales violaciones a las garantías de los ciudadanos?

    Acaso los legisladores, inconformes a destiempo, indiferentes permanentes, no estarán enterados que han sido ejecutadas y desaparecidas decenas de miles de personas inocentes; es como si les hubiera resultado indistinto lo que ha venido sucediendo en varias entidades del país desde hace 11 años. Para los insensibles diputados hoy surge la oportunidad de asumir un papel protagónico, y no la quieren desaprovechar.   

    Se trata de una aparente preocupación la de los congresistas, por lo que suponen “podría pasar”, no por lo que terrorífico que está pasando en estos momentos.

    Tuvieron tiempo más que suficiente los legisladores federales para atender y trabajar el tema de la Ley de Seguridad Interior. Tuvo que transcurrir un año desde que Enrique Peña Nieto  presentó la iniciativa, hasta que fue aprobada. Tal parece que en esos casi 12 meses no les interesó a los diputados, no tuvieron tiempo para ocuparse del asunto, hasta que la presión aumentó se vieron obligados a sacarla.

    Por lo acontecido y los pendientes prioritarios para la población, que todavía flotan en el aire fuera de la agenda legislativa, nos hizo recordar una estrofa del poema de Alberto Cortés, Los Indiferentes:

    No se interesan por nada

    por la buena o mala suerte,

    ni por las cosas pasadas

    ni por las cosas urgentes

    ni las que son aceptadas

    por el resto de la gente

    ¿Será que son inocentes,

    los indiferentes?

    En el San Lázaro reality show, ahí donde el nivel de debate se refleja con un ¡Eeeeh puuuto! Seguido por las escenitas de un berrinchudo abandono del salón pleno, hasta las supuestas protestas, como la ocurrida por la recién aprobada Ley de Seguridad Interior en que se observó en primer lugar al diputado veracruzano Julio Saldaña Morán, sosteniendo la pancarta en que se leía: “Ley de Seguridad atenta contra Derechos Humanos”.  

    Habrá que preguntarle a Saldaña Morán, el mismo que hace seis años, en el primer periodo que fingió como diputado federal se expresó inconforme porque consideraba insuficientes los 280 mil pesos que recibiría de pago decembrino, si ¿la protesta del jueves pasado fue porque se atenta contra los Derechos Humanos, de los delincuentes?

    Porque no se recuerda que alguna vez se le haya visto rompiéndose el ropaje por defender los Derechos Humanos de los 8 millones de veracruzanos, de los miles de inocentes que han perecido en manos de los criminales.

    Acaso los que protestan tendrán un Plan b, u otra alternativa para que los soldados y marinos salgan de las calles y regresen a sus instalaciones. 

    Las Fuerzas Armadas no salen de sus cuarteles para tener un día de campo. En las calles están expuestos a traiciones y emboscadas, como ha sucedido. Pero resulta que ahora hay quienes pretenden hacerlos figurar como si fueran los responsables del infierno por la violencia que se vive en varias entidades del país.

    En la Ciudad de México se han triplicado los asaltos en restaurantes, en varios estados los índices de inseguridad se han visto incrementados en cifras considerables; en el colmo de lo absurdo, los que se oponen califican de “amenazas graves”, la intervención de las instituciones castrenses en el combate a la delincuencia organizada.  

    «Vamos a explorar todas las posibilidades, desde decretar una amnistía, escuchando también a las víctimas, hasta exigir al gobierno de Estados Unidos que lleve a cabo campañas para aminorar el consumo de drogas», puntualizó Andrés Manuel López Obrador, quien nunca ha ocultado su antipatía por los soldados y los marinos.

    ¿Sabrá lo que está diciendo?

    Posiblemente desconozca que las nuevas bandas delincuenciales hoy las conforman jovencitos de 15 y 16 años que no tienen límites de ninguna especie, y a lo que menos estarían dispuestos es a sentarse a dialogar. Complicado imaginar qué les propondría.

    De qué manera le va a hacer “manita de puerco” al presidente Donald Trump para que haga la tarea que le encargue, y éste convenza a los norteamericanos que le bajen al consumo de yerba, coca, heroína y todo tipo de narcóticos. 

    Las imágenes lo dicen todo. Sin perder el semblante serio, se alcanzó a notar el júbilo del General Salvador Cienfuegos Zepeda y del Almirante Vidal Francisco Soberón Saenz, con toda razón, por ser bien merecidos los reconocimientos de parte del Ejecutivo estatal, Miguel Ángel Yunes Linares y el Congreso local, al hacerles entrega a nombre de los veracruzanos, de la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” al Ejército Mexicano y a la Secretaría de Marina Armada de México, más ahora que anunciaron que la milicia se queda en Veracruz.

    rvazquez002@yahoo.com.mx

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