El tiro de gracia

Naldy Rodríguez

Transparencia 3.0

La operación denominada “Tiro de gracia” fue casi un éxito, de no ser porque se les escapó (de una conocida zona residencial en Xalapa) el ex subsecretario de Seguridad en Veracruz, Nava Holguín, por el que ofrecen un millón de pesos para lograr su detención.

En una acción estratégica y con el apoyo de la federación, autoridades de la Fiscalía lograron la detención de 15 elementos operativos de la Secretaría de Seguridad, que se suman a los cuatro mandos policiacos que están ya en la cárcel y a los que se les juzgará por desaparición forzada, por acabar con los sueños de decenas y miles de familias.

Como en la cadena de mando militar, en Veracruz el “modo de operación” para la desaparición forzada iniciaba con Arturo Bermúdez Zúrita y seguía supuestamente por toda una estructura que involucraba al Subsecretario, al Director de Readaptación Social y terminaba con el comandante de la fuerza especial “Fieles”, Roberto González. La estructura se mantenía con un sistema de envío de información y órdenes que fluían desde la cúspide de la pirámide hasta la base.

Es trabajo del gobierno, del fiscal y de su equipo investigar y hacer las detenciones correspondientes, es cierto, pero bien pudieron no hacer nada como ocurre en un México y un Veracruz indolente, en el que las familias de las víctimas llevan un largo camino, solas, para obtener pistas que los lleven con sus seres queridos o con los responsables.

En las siguientes audiencias estarán a prueba los colaboradores de la fiscalía y el propio Winckler para ver si logran acreditar la participación de Bermúdez y los ex policías en las 15 desapariciones forzadas (entre ellas la de dos mujeres y dos menores de edad) y son las menos. Por ahora las familias de las víctimas desconfían de las autoridades y dudan que puedan encontrarlos.

La violencia que se ha enseñoreado en el estado de Veracruz en los últimos años ha dejado una estela de familias y niños en la orfandad. Cerca de 15 mil víctimas, sumando los datos oficiales a las cifras negras, aunque de manera oficial la autoridad reconozca poco más de 3 mil 500.

“Estamos hablando de seres humanos que los mismas autoridades se llevaron”, me dijo hace unos meses una de las madres que integran el Colectivo por la Paz Xalapa, agrupación que contabiliza como desapariciones forzadas, en las que estuvieron involucrados elementos policiacos, el 90 por ciento de más de 60 casos. Y solo es una.

Incluso, Veracruz ya estaba en la mira de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, desde el 2015 constató la grave crisis de derechos humanos que se vive y advirtió de las desapariciones forzadas en este y otros cinco estados, y de los altos niveles de impunidad.

El mismo día del anuncio del gobernador sobre la investigación y de la audiencia para vincularlos a proceso por el delito de desaparición forzada, se denunciaba en redes sociales la desaparición de una madre de familia en Xalapa. “El nombre de la señora es María de Jesús, los individuos viajaban en un Kya del año plateado placas XZP530”, señaló un amigo de la familia.

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Este fin de semana hay desfiles del carnaval en Veracruz y terminan las precampañas de los aspirantes a la gubernatura; esperemos que disminuyan las confrontaciones y tengamos días tranquilos, sin sobresaltos ni violencia.

“Los corruptos tienen una nueva herramienta: las Fake News. Es un arma que puede usarse en dos sentidos. Los corruptos suelen usarla como defensa frente a una acusación, o como misil en contra de un contrincante. En ambos casos, la víctima es la misma: la verdad”.

Max Kaiser

Director Anticorrupción IMCO

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