Destacado
    José Luis Ortega Vidal
    Claroscuros
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    La fiscalía veracruzana citó a la investigadora Rosío Córdova Plaza tras una exposición pública de datos duros sobre estudiantes que habrían sido violentados por el crimen organizado.
    O acata a orden o la fuerza pública la someterá, le advirtieron.
    Al menos 27 estudiantes habrían sufrido levantones, 9 secuestros, amén de secuestros exprés y robos revela una encuesta del proyecto “La UV como constructora de paz: alternativas a la violencia en Veracruz”.
    Por afirmar esto como resultado de un trabajo universitario una académica con doctorado recibe el trato de delincuente…
    La investigadora universitaria debe acudir este viernes ante el fiscal especializado en denuncias por personas desaparecidas, David García Galván, para explicar los datos revelados y justificar el resultado del trabajo producto de una encuesta-investigación en las diversas zonas universitarias diseminadas en el norte, centro y sur de la entidad.
    La ley avala la cita del fiscal dado que el secuestro es un delito grave y se atiende de oficio.
    La coyuntura histórica que padecemos, al mismo tiempo, da el beneficio de la duda e incluso un aval a la cifra dada a conocer por la investigadora universitaria: un amplio número de delitos en Veracruz y México no son denunciados por la falta de confianza en las autoridades.
    Dicho de otro modo: una víctima puede exponer su caso ante un investigador que guardará su identidad antes que denunciar el hecho ante una institución que podría estar infiltrada por la delincuencia.
    Y es que sabemos los ciudadanos que una parte del andamiaje oficial dedicado a la prevención y el combate al delito sufre el cáncer de la complicidad con el crimen organizado y en ocasiones es la que lo ha creado.
    Por su parte la rectora Sara Ladrón de Guevara afirmó que las listas de asistencia a clases no coinciden con los datos revelados por Córdova Plaza.
    Según la lógica de la Rectora no hay tantas faltas de alumnos a clases como para pensar que hayan sufrido secuestros.
    Al respecto se debe detallar si las cifras de secuestros y levantones coinciden con temporadas de clases o vacacionales porque un universitario es un universitario aun cuando esté en época de descanso aunque Ladrón de Guevara no aborde esa perspectiva analítica…
    Sobre la amenaza oficial del uso de la fuerza pública contra una investigadora de la UV la Rectora guardó silencio…
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    Podríamos estar ante una acción ajena a la prevención del delito y la inseguridad que padecemos los veracruzanos y quizá frente a una persecución política por parte del gobierno de Yunes Linares.
    Sólo con una revisión a las noticias diarias a lo largo y ancho de Veracruz se puede comprobar que los índices de secuestros, levantones, secuestros exprés y una larga lista de actos delincuenciales contra la sociedad en general rebasan con mucho los datos encontrados por la académica Rosío Córdova Plaza y el equipo de investigación del que forma parte.
    Desde luego, los estudiantes de la UV son apenas una pequeña muestra de la inseguridad que campea en la entidad.
    La cita a Rosío Córdova, entonces, no se generaría por datos que contradigan una realidad escalofriante sino por haber tocado con estas declaraciones públicas la sensible piel del gobierno yunista en su espectro político y más aun en su contexto de intereses electorales.
    Si algo le duele al yunismo que nos gobierna y pretende extender su poder por seis años a través de su hijo Miguel Angel Yunes Márquez es que le recuerden, le señalen, le corroboren su grave fracaso en materia de seguridad pública.
    Citar ipso facto a una académica que ofrece datos de una encuesta donde habla de 27 estudiantes levantados y 9 secuestrados entre miles que conforman la comunidad universitaria luce como una cacería de brujas.
    ¿Y el papel defensor de la Rectoría de la Universidad Veracruzana hacia su propia comunidad?
    ¿Y el papel solidario de la comunidad universitaria, la estudiantil y la académica?
    Un boletín firmado por la Coordinación de Comunicación Social de la UV juega un triste papel de aval a un gobierno émulo de Torquemada, representante de la Santa Inquisición en la Nueva España.
    La UV, afirma el texto oficial, respeta la libertad de expresión pero no avala la información dada a conocer por la académica Rosío Córdova Plaza.
    Es decir, la casa de la investigadora la respeta pero la deja sola, le paga por investigar pero no está de acuerdo con el resultado de sus investigaciones y entonces asoma apenas por encima de los hombros y mira cómo los lobos le guiñan el ojo y le ordenan: “Ven…”
    Hay un dato sumamente delicado en la exposición de Rosio Córdova: estudiantes de medicina de la UV habrían sufrido secuestrados para atender delincuentes heridos…
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    ¿Se hizo un trabajo de revisión de esas investigaciones o la reacción inmediata de la UV se debió simplemente a la presión de Miguel Angel Yunes Linares?
    ¿Los y las investigadoras de la UV no pueden hablar, declarar, ofrecer resultados de su trabajo de investigación ante circunstancias dramáticas como las que vivimos?
    Si la respuesta es no, la pregunta es ¿por qué?
    Cuando se trata de avales académicos los protocolos tienen su propia lógica y metodología.
    Sin embargo, no es el caso.
    La declaración de Rosío Córdova Plaza no se dio en el ámbito de un examen universitario sino ante el evidente escenario de una sociedad dañada que requiere de todas las herramientas posibles para su defensa ante la violencia cotidiana y una de ellas es la información. La investigación, es otra. Dar a conocer oportunamente el resultado de esa investigación es una más.
    La exposición de su trabajo se dio en el marco de un foro público sobre el tema que investiga.
    Ahí, por cierto, recibió la doctora Cordova Plaza la cita del fiscal.
    Se puede cuestionar a la académica sobre la veracidad de sus datos pero ello implicaría una evaluación interna en la UV y un posterior comunicado para exponer si lo dicho por una integrante de su comunidad es correcto o no.
    Entre ello y la cita inmediata de una fiscalía severamente cuestionada por su trabajo de parte de grupos sociales afectados por la delincuencia, avalada por un boletín veloz del área de comunicación social de la UV hay una gran diferencia.
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    Jorge Luis Borges concluye su poema “Los espejos” con estos versos:
    «Dios ha creado las noches que se arman
    de sueños y las formas del espejo
    para que el hombre sienta que es reflejo
    y vanidad. Por eso nos alarman.»
    La UV está parada frente a un espejo y lo que refleja, hoy, es su cuestionable papel de aval a un hombre cuyo futuro es -por lo menos- el olvido…

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