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    Gustavo Cadena

    Al estilo Mathey

     

    Buen día, apreciado lector:
    Pocos veracruzanos, en el transcurso de los años, han podido trascender más allá de la aldea con acciones dignas de destacar en lo político y en lo académico, en el trabajo fecundo y creador y todavía más, con buena fama y lúcidos, a sus 82 y 71 años de vida,como Dionisio Pérez Jácome e Ignacio Morales Lechuga.
    Don Nicho el coatepecano alertó no hace mucho, adelantándose a la campaña electoral, sobre la necesidad de que el común de los mexicanos razone, medite, piense, analice y entienda por quien votar, para que nos vaya bien como país y como sociedad.
    Don Nacho el pozarricense, precisa que mientras en México no se castigue la impunidad, producto de la corrupción seguiremos como siempre, padeciendo la terrible inseguridad que nos azota.
    Don Nicho, como lo escribí recientemente, uno de los grandes y positivos servidores públicos del país, que acaso por falta de audacia, aunque seguramente por su nobleza y otra circunstancia, no concretó la oportunidad de gobernar «desde ese privilegiado despacho del segundo piso del edificio que se ubica frente al Parque Juárez y a la Plaza Lerdo», lo dijo con mucha preocupación la semana pasada, en la presentación de su libro «Memorias Políticas».
    Lo hizo claro, frente a un auditorio de alto nivel, que de una u otra manera ya resolvió su desarrollo de vida y dando a entender que si El Peje gana la Presidencia, nos pasará como a Venezuela, por lo que imagino, piensa que esto se le debe hacer ver a las multitudes clasemedieras que seguramente inclinarán la balanza electoral del primero de julio próximo.
    Don Nacho le dijo a don Miguel Reyes Razo, el último de los grandes cronistas de este país, en la entrevista que se publicó el pasado domingo en la Organización Editorial Mexicana, que es precisamente la impunidad, la que permite que el delito se repita desde hace mucho en nuestro país.
    Notario público, ex procurador general de la República, Morales Lechuga quien saltó a la fama en Xalapa en 1980 al iniciar el gobierno de Don Agustín Acosta Lagunes con quien fue protagonista, señaló que es inútil aumentar la penalidad, porque eso no inhibela comisión de los delitos.
    También detalló a Reyes Razo que «hasta hoy, el único que ha presentado ideas con relación al narcotráfico y a la violencia es el señor Andrés Manuel López Obrador. Ideas que juzgo incongruentes. Quedan en nada. No veo su programa. Y aludir a la amnistía omitedecir que esa figura -la amnistía- es ley que debe aprobar el Congreso. ¡La amnistía no es facultad del Presidente!
    El apreciado abogado puso el dedo en la llaga que nos abate como país: los tres segmentos del delito que se sufren a diario:
    «El primero es el que sufre el ciudadano a diario. Asalto, secuestro, lesiones, acoso sexual, violación. En el segundo nivel, narcotráfico. Y su cadena, delitos adyacentes. Los que atrae como la cauda de un cometa. Gama de delitos. Homicidio por territorios y rutas. Violencia. Que se transforma en bloqueo de caminos, asaltos, daños a la propiedad. Venganza de bandas si se aprehende a sus cabecillas. Rencores que aterrorizan
    «Y en tercer lugar la corrupción de cuello blanco. Involucra a políticos, industriales, empresarios. Con el que ofrece. El que acepta. El que aprueba.
    «Pues en esos tres niveles impera un fenómeno: Impunidad. Impunidad, sí. Pues es bajísimo el porcentaje de atención y resolución de esos casos».
    Ahí está el detalle. Para lo que viene, unos creen ciegamente que AMLO la acabaría, el resto le concede el beneficio de la duda a Meade.
    Tenga el lector un fin de semana de paz y armonía.
    gustavocadenamathey@hotmail.com

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