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    Un niño me pregunta si Nina, mi perrhija, tiene placa… le digo que no, que sólo usa collar. Extiende su mano y me ofrece una y me cuestiona si está vacunada contra la rabia. Entonces me llama la atención el ofrecimiento… son placas de ésas que ponen a los canes para advertir al humano que tienen la vacuna de la rabia.

    —¿Dónde las encontraste?

    Me responde que por el jardín de niños Beatriz Velasco de Alemán (situado atrás de Wallmart, por Jardines de Xalapa). «Estaban tiradas junto al área de juegos y nada más las recogí».

    Nada más le pedí que no las regalara, que se las quedara.

    Conjeturas ante la pregunta de cómo pudo haber llegado un puñado de placas a ser abandonadas en un área de la unidad en que habito… me quedo con un robo a algún empleado de Salud Animal cuyo ladrón no le vio utilidad a esas placas y optó por tirarlas… lo demás, pura conjetura.

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