Luis Alberto Romero
Hora Cero
Me lo decía un viejo priista, integrante de Vía Veracruzana, cuando le pregunté si él también se iría de esta agrupación que fundó hace 20 años Felipe Amadeo Flores Espinosa para comer cada mes de diciembre en un encuentro de amigos y obtener beneficios de gobierno priistas para algunos de sus integrantes; presionar para obtener posiciones en las listas de candidaturas; y una que otra prebenda más.
“No’mbre, cómo crees. Si me fuera del PRI tendría que entregar mi casa y tantas otras cosas y beneficios que me ha dejado estar dentro de este partido. No, yo no me voy”.
Y en efecto, muchos de los viejos priistas, los de arraigo, los que saben que el partido les ha permitido realizar una trayectoria política, profesional y ganarse la vida, pueden decir lo mismo, que no dejarán a ese partido.
Tampoco, como ha trascendido hasta ahora, lo dejará el propio líder fundador de Vía Veracruzana, Felipe Amadeo Flores Espinosa, ex de casi todo, que se inició como ministerio público en la época de Rafael Hernández Ochoa y escaló en casi todos los puestos habidos y por haber hasta llegar a Procurador de Justicia durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, y a dirigente del Comité Directivo Estatal del PRI en Veracruz, desde donde por cierto, criticó fuertemente al entonces candidato a la gubernatura del estado, por el PAN, Miguel Ángel Yunes Linares, acérrimo enemigo del entonces gobernador Duarte.
La especie que ha circulado en los últimos días, sobre una desbandada de priistas de Vía Veracruzana hacia las filas del PAN-PRD, para apoyar el proyecto de Miguel Ángel Yunes Márquez fue, realmente, sobredimensionada por los propios priistas.
Quizá quien se vaya a apoyar a su amigo, el candidato panista, sea Amadeo Flores Villalba, el hijo de Flores Espinosa, cercano, nos comentan, de Yunes Márquez.
A su lado irían también, como operadores, Mario Tejeda y alguna otra estructura, leve, porque así ha sido siempre el movimiento.
¿Qué tanto le redituará Flores Villalba a Yunes Márquez en términos de votos? No lo sabemos. Yunes Linares tiene una estructura mayor, fuerte, operando, bien aceitada, y con todos los recursos del estado.
La presencia del joven Flores Villalba, cuyo nombramiento como Magistrado fue fuertemente cuestionado, tanto o más que el del actual titular, Edel Álvarez Peña, sí puede ser criticada, porque fue secretario particular y asesor jurídico, cercano, muy cercano a Javier Duarte de Ochoa.
Su nombramiento como Magistrado, impulsado por el entonces procurador Felipe Amadeo Flores, se lo deben también a Javier Duarte, el enemigo de Yunes Linares, a quien sigue presumiendo como emblema de la corrupción que se combate en Veracruz.
Claro, el ciudadano promedio tiene flaca memoria y gusta más del escándalo y de lo carnavalesco. Prefiere “Desbandada del PRI con Vía Veracruzana” a “Particular de Javier Duarte apoya a Yunes Márquez”.
Elizabeth, Érika, Carolina y las pluris del PRI
Hablando de priistas, en vísperas de la integración de las listas plurinominales a las diputaciones locales, los más mencionados son Américo Zúñiga, Juan Carlos Molina, Elizabeth Morales y Erika Ayala, por el PRI.
Mientras tanto, en el Partido Verde figuras nombres como Carolina Gudiño y Jorge Moreno.
Actualmente, el PRI tiene cinco posiciones plurinominales en la Legislatura del Estado.
Si el tricolor logra mantener su votación, su porcentaje en las elecciones estatales, es muy probable que casi todos ellos ocupen una curul en el próximo congreso.
De entrada, podemos anticipar que el dirigente estatal priista tendría un espacio más o menos seguro y parece que todo está a modo para que Molina Palacios corra con la misma suerte. Entre las mujeres, los tres nombres citados –Elizabeth, Érika y Carolina– encabezarían las listas, pero probablemente sólo dos logren entrar; y en ese sentido, por el trabajo partidista parecería que tanto la ex alcaldesa de Xalapa como la lideresa del sindicato del Cobaev llevan ventaja. @luisromero85
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