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    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

    Luego del anuncio sobre la explotación de la mina que se proyecta en los municipios de Actopan y Alto Lucero, surgieron voces de ambientalistas que protestan por lo que consideran un atentado contra el entorno ambiental.

    La empresa Candelaria Mining Corp ya había intentado explotar los recursos naturales de ese lugar mediante la extracción de oro.

    Desde 2004, con el nombre de Caballo Blanco, se anunció la operación de la minera en Actopan y se dijo que se sacarían 20 toneladas de oro con una inversión de 150 millones de dólares.

    Incluso, los promotores de la mina dijeron que habría beneficio social por la construcción de una clínica en Palma Sola y una escuela en la cabecera municipal de Actopan.

    En pocas palabras trataron de endulzar el oído de la población con el anuncio de una inversión de menos de un millón de pesos, a cambio de que la gente permitiera todas las afectaciones ambientales que representaba la operación de la mina.

    La actividad minera, de entrada, tomaría más de dos mil 500 metros cúbicos de agua del Río Actopan; por otro lado, usaría explosivos y cianuro que terminaría en las lagunas de lixiviados, que en realidad son enormes focos de contaminación.

    Sólo para las lagunas de lixiviados; es decir, los depósitos de químicos, utilizarían 90 hectáreas de terreno en la comunidad de El Niño, municipio de Actopan. De ese lugar, por cierto, emigró más de la mitad de la población ante el justificado temor por el contacto con los químicos que serán utilizados.

    No es todo, en reiteradas ocasiones, la Asamblea Veracruzana de Iniciativas en Defensa Ambiental, LaVida, así como otros grupos ambientalistas, han alertado sobre el peligro de la actividad minera en una zona tan cercana a la central nucleoeléctrica  de Laguna Verde.

    Los ambientalistas externaron su preocupación por la devastación que ocasionaría la mina en el cerro de La Paila, donde se perderían enormes recursos naturales, flora y fauna.

    Con el paso del tiempo, la empresa Candelaria Mining Corp cambió en tres ocasiones su razón social, ya no era Caballo Blanco, ahora es Minera La Paila, pero el proyecto es el mismo y la contaminación que se espera también.

    Habría que comentar que ese proyecto está muy adelantado y sus promotores afirman que la mina comenzará  a operar en unas semanas.

    Sin embargo, hasta donde se sabe, no cuenta Candelaria Mining Corp con los permisos correspondientes de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, reconoció Héctor Salas Hernández, geólogo que trabaja para la minera.

    Las autoridades municipales de Actopan han recibido el reclamo popular, pero el ayuntamiento decidió mantenerse al margen, complaciente ante la actividad minera.

    José Paulino Domínguez, presidente municipal de Actopan, casi se lía a golpes con un manifestante que le reclamó haber recibido un presunto soborno por 40 millones de pesos. La protesta del 25 de mayo estuvo a punto de terminar en riña, porque la población no confía en lo que considera un silencio cómplice de su presidente municipal.

    LAVIDA exige que el ayuntamiento declare al municipio como libre de minería tóxica, pero la autoridad se niega a firmar el documento correspondiente.

    La próxima semana, los ambientalistas exigirán la misma declaratoria al ayuntamiento de Alto Lucero, lugar donde las afectaciones por la operación de la mina se prevén todavía más graves.

    A este asunto ya entró la Iglesia Católica. En su comunicado dominical, titulado “No al proyecto minero tóxico en Veracruz”, la Arquidiócesis de Xalapa emitió un exhorto a las autoridades para integrar un frente común para defender el entorno.

    “La explotación minera a cielo abierto contamina el agua, el aire, el suelo, los ríos, los pozos y los cultivos. No puede haber desarrollo sustentable cuando toneladas de cianuro envenenan millones de litros de agua al día…”, expuso la Iglesia, que se sumó a los grupos ambientalistas que exigen un freno a esa empresa.

    Candelaria Mining Corp proyecta llevarse 20 toneladas de oro en los próximos 8 años, pero dejará a su paso la muerte de los recursos naturales, desolación y afectaciones que podrían ser irreversibles.  @luisromero85

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