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    Edgar Landa Hernández

    Fin de siglo

    La antigua avenida Circunvalación, ahora llamada Lázaro Cárdenas, desde sus inicios se ha envuelto en un sinfín de sucesos trágicos debido al tráfico inmoderado, así como de diversos percances vehiculares provocados por la velocidad inmoderada, carencia de pericia al conducir, manejar con cansancio o bajo el influjo de alguna sustancia prohibida; otras más, por cafres que no tienen ni una pizca de cultura vial y ven en esa arteria una forma de desfogar sus frustraciones, cobrando vidas de gentes inocentes que su único error fue estar en el momento y lugar equivocado.

    Tan solo basta ver las noticias regularmente y nos percataremos de un sinnúmero de accidentes automovilísticos, algunos únicamente terminan en eso, en un solo susto, y en otros son funestas las consecuencias.

    Mientras no circulemos de una forma adecuada, respetando nuestros carriles y sobre todo la velocidad, tendremos índices elevados de accidentes. Aunado a la falta de previsión de mantenimiento de nuestros vehículos automotores.

    La avenida lázaro cárdenas no es peligrosa, los peligrosos somos los conductores que lo hacemos de forma temeraria no respetando los lineamientos de tránsito.

    Si regularmente circulas por esta transitada arteria citadina hazlo siempre a la defensiva, utiliza de forma adecuada tus luces direccionales, así como las intermitentes; sé de los que hacen la diferencia y no te conviertas en una estadística más de esta fatídica avenida.

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