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    Salvador Muñoz
    Los Políticos

    El gobernador Javier Duarte de Ochoa hace unos días dio a conocer que el compromiso que tiene con los veracruzanos es por seis años, esto, a manera de atajar los sueños febriles de quienes creen que podría interesar al Gobierno federal que el veracruzano prestara sus servicios desde el altiplano.
    Ojalá que esa determinación la asumieran otros representantes populares que ya están alistando maletas para practicar ese deporte en el político que lo hace reñir con Félix Baumgartner: el salto de puesto en puesto.
    Es posible que a muchos ciudadanos les valga un comino si un alcalde deja su encargo para ir a buscar otro puesto, ya sea como diputado local o federal… o viceversa: un legislador salte en pos de la presidencia municipal…
    Pero también es posible que a otro tanto igual de ciudadanos les incomode la manera tan sencilla en que un representante popular le valga un reverendo cacahuate su opinión y piense que ese servidor público debe terminar su compromiso, tal y como lo sostuvo hace unos días el mandatario estatal…
    Echándole coco, tratándose de meter uno en la psique de nuestros representantes populares, uno quisiera entender qué los motiva a dejar ese puesto por el que tanto chingaron, lucharon, jodieron y fastidiaron al electorado para que votaran por él…
    Tengo algunas respuestas:
    1) Si son alcaldes y quieren ser diputados locales, es porque ya endeudaron hasta el copete al Ayuntamiento y lo mejor es emprender graciosa huida…
    2) Van a ganar igual o más que como ediles con el mínimo esfuerzo (que es levantar el dedo… ah, más moderno: apretando un botón)…
    3) Aseguran tres años de hueso por lo que es preferible saltar antes de que se termine el “osobuco” municipal…
    4) ¡Tres años de fuero!
    5) Garantizarse tres años de vacaciones pagadas…
    Ahora que si lo vemos al revés, es decir…
    1) Si son diputados locales y quieren ser presidentes municipales, es porque ven en un ayuntamiento una oportunidad de incrementar su riqueza… ¿conoce a un político pobre? no, lo ha de confundir con un pobre político…
    2) Su deseo de ser edil es porque piensan que la Obra Pública es una mina de oro…
    3) Creen que la ciudad los necesita (y por ello, si gana, hay que pagarle con creces)
    4) Sería una magnífica oportunidad porque ahora son cuatro años de grandes oportunidades…
    5) Lo que implicaría impulsar a la presidenta(e) del DIF municipal para que sea su próximo sucesor… y a la vez, tapadera…
    Baste voltear al Congreso local (y en una de ésas, hasta federal) y ver quiénes afilan sus garras para dar el gran salto y abandonar el cargo… ¡claro! Tenemos leyes tan chingonas que si los votos no les favorecen, regresan campantes como si nada…
    Por eso, soy de la idea de que el gobernador, como primer priista del estado (como pomposamente le llaman) instara a sus militantes en cargos de representación popular, a que cumplieran con el compromiso pactado con los ciudadanos a culminar de principio a fin el cargo para el que fueron electos y por el tiempo por el que fueron electos… así como él mismo honra su palabra diciendo que ha de estar los seis años en el Gobierno estatal… claro, sin contar su breve paso cuando fue diputado federal… ¡allí no hubo palabra empeñada!

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