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    Salvador Muñoz 
    Los Políticos

    Las palabras del maestro Zúñiga a su eterno colaborador “Bola 8”, una vez que despidió a la comentarista de noticias, Adela Micha, las repitió tres o cuatro veces de manera seguida: “¡Qué poca madre! ¡Qué poca madre!”
    Sí… de seguro se refería al huevazo que pegó en el busto u hombro de la comentarista lanzado por los estudiantes Jorge Luis Solano Sangabriel y Daniel Hernández Calderón, que sólo lograron dar en el blanco una vez…
    Por supuesto, la balanza en torno a esta acción tuvo sus pesos y contrapesos, porque por un lado se condenó el acto contra la comentarista que era galardonada con un Honoris Causa (por cierto, hoy más baratos que los huevos) y por otro, en las redes, lo festejaban. 
    En el primer caso, me llama la atención una palabra en twitters del presidente Calderón y de Luis Videgaray: “intolerancia”… dejo a un lado la palabra “odio” del presidente. Peña Nieto utilizó “tolerancia” y “respeto”.
    Por lo tanto, he de entender que llamaron “intolerantes” a los estudiantes porque, creo, no soportan el trabajo de la dama como comunicadora.
    Si atiendo la palabra “Respeto” utilizada por Peña Nieto, le concedería razón… ¿merecía ese trato Adela Micha? Como Dama, no… por su trabajo, cada quién tiene su lectura… yo al menos no le aventaría un huevo… a lo más, no veo su programa.
    Pero, entonces, es cuando me surge la duda… ¿por qué lanzarle huevos?
    Trato de entender la mecánica de este alimento utilizado como proyectil y busco en los anales de la historia un razonamiento y no encuentro mucho…
    Por ahí veo que en los carnavales del siglo X u XI, era costumbre lanzar huevos podridos y hasta orines a la gente sin que mediara justificación… era el desmadre por el desmadre… en Venecia, se cree que el uso de máscaras surge cuando se prohíbe a los varones a lanzarles huevos podridos a las damas… todavía hace algunos años, en República Dominicana se acostumbraba a lanzar huevos en las fiestas carnestolendas a diestra y siniestra…
    Vamos, no veo allí algún motivo aunque…
    También era costumbre arrojar coles, tomates y huevos podridos a los encarcelados por algún crimen allá por la edad media… la gente pasaba y mostraba así su repudio al infractor…
    Es allí cuando surge una palabra clave: Repudio.
    A Carlos Marín, si no mal recuerdo, lo escupieron; y ahora, a Adela Micha, le lanzan huevos (no podridos), como forma de repudio.
    No es el primer caso… alrededor del mundo, pueden estar registrados varios momentos en que determinados personajes son víctimas de huevazos.
    Por lo regular, estos personajes son políticos o autoridades en diversos ramos… ¿debemos considerar a Adela Micha como autoridad en los medios de comunicación? No sé usted, pero al menos los jóvenes que la agredieron, la vieron así… por eso el huevazo…
    En Turquía, por ejemplo, el Tribunal de Ankara consideró que lanzar huevos a la policía es un derecho democrático del ciudadano.
    Bueno, pero allá se ve de otro modo la democracia… acá, el lanzamiento oval es interpretado desde el ángulo en que uno se encuentre…
    Lo que sí me parece que le faltó a los chavos (además de más tino), fueron “huevos” porque huyeron sin siquiera lanzar una consigna como “vendida”, “chayotera”, “peñista”, “mentirosa”, que explicara o justificara su conducta.
    No obstante, Adela Micha lo tomó con humor… “Gracias a todo Veracruz… estuvo de huevos”…
    Y el maestro Zúñiga, con indignación: “¡Qué poca madre! ¡Qué poca madre!” mientras “Bola 8” le daba la razón.
    Aunque hubo quienes reprobaron el acto contra Adela Micha… es decir, reprobaron que le hubieran dado el Honoris Causa.
    Pero yo, si de huevos se trata, prefiero los del Italiannis “al forno” y no ver el programa de Adela Micha…

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