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    Brenda Caballero

    Números Rojos

    El morbo se apodera de mí cuando recibo un archivo vía whatsapp titulado “Sueldos Orfis”. De inmediato busco en la columna de “Sueldos”, aquéllos que ganen más que el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es decir $108 mil pesos. Aparece el Auditor General del Orfis, Lorenzo Antonio Portilla Vázquez con $126,500. Muy cerca de él le sigue Flor Alicia Zamora Pozos, Auditora Especial de Evaluación y Atención Ciudadana, con $107,640.00, un poquito abajo del Presidente de la República. De allí, 24 funcionarios, entre ellos Subdirectores, Directores, Directores Generales y hasta  la Secretaria Técnica que ganan más que el mismo gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez.

    Desde luego que el Orfis es un organismo autónomo y como tal maneja su presupuesto y determina sus propios sueldos y compensaciones, y por lo que se ve, en el Orfis no pesa la austeridad. Incluso me comentan que los sueldos que aparecen en el archivo de excel actualizados al 10 de abril de 2018, no son reales. “Les falta”,  me dicen. O sea, ¿ganan más?

    Desde luego que pueden ganar eso y más, pero justificando el sueldo. Sin embargo, parece que las observaciones que hace el órgano autónomo no han sido suficientes para que los entes fiscalizables, entre ellos las dependencias estatales y los Ayuntamientos tengan control, transparencia y rendición de cuentas.

    Sin embargo, don Lorenzo siente que desquita su sueldo; es más, en una entrevista que dio a un medio de comunicación de la capital, se jactó de haber sido el primer funcionario de su nivel en el país que presentó denuncia contra un gobernador en funciones. ¡Ya sería mucho que no hubiese denunciado a Javier Duarte, cuando el ex gobernador tenía a todo el país en su contra! Aunque siendo sinceros, y como dicen por allí, “le temblaba el calzón”, pues hizo las denuncias de desvíos hasta el año 2016, una vez que supo que el ganador era Miguel Ángel Yunes Linares… Entonces sí se puso a denunciar en serie las inconsistencias encontradas en los ejercicios 2013, 2014 y 2015, desde luego, con su respectivo aval, quien hizo subdirectora a su hija durante dos años en la Sefiplan. Digo ¿eso cómo se llama?

    Bueno, en septiembre, a casi ocho meses de que termine su periodo, pues desde el 2012 ha revisado las cuentas públicas frente al Orfis, don Lorenzo ya se empieza a promocionar para poder reelegirse nuevamente. Da entrevistas y platica sus hazañas sobre las 158 denuncias penales contra dependencias y municipios presentadas ante la Fiscalía General del Estado; se jacta de ser casi-casi el Récord Guiness en denuncias y hasta platica con santo y seña de los desvíos de los duartistas. ¡Ah! pero él lo niega, asegura que la reelección es lo que menos le ocupa. ¡Por favor! Hay que ser más transparentes y predicar con el ejemplo ¿de verdad no le interesan los ciento veintiséis mil quinientos pesos que gana con todos los “extra” que implica?

    Mientras tanto, en el Orfis ya hay movimiento, y no precisamente por el trabajo y la capacitación que pregona, sino para ver qué auditorías pueden darle un “plus político” y así tener una “as bajo la manga” para cuando llegue la hora de la negociación… digo, de la reelección.

    Llama mi atención la declaración de don Lorenzo: “Yo nunca he hecho nada fuera de la norma”. Desde luego que pareciera una justificación, sin embargo seamos positivos. En verdad le creo que no haya hecho nada, pues como buen fiscalizador debe hacerlo “dentro de la norma”. Tan es así que después de ganar lo que gana y de todos sus extra, sigue viviendo en la casa de su esposa, la ubicada en la avenida Miguel Alemán.

     

    caballero_brenda@hotmail.com

    @NumerosRojos_BC

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