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    Felipe de Jesús Fernández Basilio

    Desde a Janela

    El pasado ocho de marzo se celebró el día internacional de la mujer trabajadora o también conocido solo como el día internacional de la mujer y lo más memorable de esa conmemoración en México fueron la exhibición de pañuelos verdes en ambas cámaras del Congreso de la Unión y las marchas en las calles de la Ciudad de México hechas por personas ataviadas con las mencionadas prendas.

    Mas lo que hasta este momento no se entiende bien es qué tiene que ver una cosa con la otra; ya que a saber se tratan de dos movimientos diferentes, los cuales consecuentemente tienen diversos fines y al parecer tratan de confundirlos.

    Antes que nada, veamos en qué consiste cada movimiento y así tenemos que el día internacional de la mujer es una celebración promovida por la Organización de la Naciones Unidas en la cual se conmemora la igualdad entre mujeres y hombres y esa lucha tiene orígenes tan remotos como aquella huelga sexual que en la antigua Grecia inició Lisístrata en contra de los hombres para poner fin a la guerra o las marchas de las parisinas quienes durante la revolución francesa aparte de pedir libertad, igualdad y fraternidad pedían el derecho al sufragio por parte de las mujeres.

    Mas fue a principios del siglo pasado cuando como consecuencia tanto de la industrialización como de la primera guerra mundial fue que se organizó con mayor fuerza el movimiento, ya que las mujeres de diversos países marcharon entre fines de febrero y principios de marzo para pedir igualdad en el trabajo, educación y el fin de la guerra y las penurias que ésta acarrea; siendo con el tiempo esta fecha oficializada por la ONU como conmemoración por toda esa lucha y por los logros alcanzados así como también como un recordatorio de que en el mundo aún falta mucho por hacer en el campo de la equidad de género debido a que los usos y costumbres restrictivos de la libertad femenina aún se encuentran muy arraigados en muchas partes.

    Ahora bien, el movimiento del pañuelo verde es un movimiento que está conformado por personas que luchan por conseguir la legalización del aborto, lo que consiste en la no criminalización de las personas que lo practican, así como el establecimiento por parte del sector salud de instalaciones en donde el aborto se pueda practicar de forma segura, aunado a que promueven el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo.

    Y usan un pañuelo verde como distintivo debido a que quienes pertenecen a ese movimiento se inspiraron en la Madres de Mayo argentinas, quienes usaban pañuelos blancos y el verde, porque era un color disponible en ese país.

    Como podemos ver se trata de dos movimientos sociales diferentes, los cuales tienen fines diferentes y por lo mismo el estar a favor de uno no implica necesariamente estar en favor del otro ni es lo correcto el vincularlos entre sí como algunas personas pretenden hacerlo.

    Y no es correcto unirlos, porque más allá de cuestiones morales o religiosas las cuales quedan a criterio de cada uno de ustedes, una cosa es el derecho que tienen las mujeres a decidir sobre su vida y a ser respetadas y aceptadas en las mismas condiciones que los varones y otra cosa muy diferente es el decidir sobre algo en lo que hay más personas involucradas y que en aras de la igualdad de género tienen la misma facultad decisoria y por lo mismo deben de ser consultadas, siendo estas personas los varones.

    Siendo así porque la interrupción del embarazo implica la procreación previa de un nascituro o sea una persona concebida pero no nacida y para que haya esa procreación debe de haber la intervención de un varón y de una mujer, quienes en igualdad de circunstancias tienen la capacidad para decidir sobre ese nascituro.

    Entonces, tenemos que son dos cosas totalmente diferentes, ya que una cosa es la soberanía individual de la mujer en su persona y otra cosa es lo que tiene que decidir en común acuerdo con su pareja, tal como lo es todo lo relacionado con los hijos y más si la decisión es tan trascendente e irreversible como lo es la que en esta ocasión nos ocupa.

    Por ello resulta un insulto a la inteligencia el querer confundir dos movimientos que tienen objetivos sociales muy diferentes ya que, aunque ambos sustentan razones que el Estado tiene la obligación de observar, mas el entramado jurídico para hacerlo tiene que ser diferente, ya que el derecho a la igualdad de género es un derecho personal que simplemente debe de ser reconocido, mientras que el de la interrupción del embarazo cae en el ámbito familiar y por ello se tienen que desarrollar diversos mecanismos que permitan tomar la mejor decisión a la pareja involucrada.

    Aunque es bueno que haya el debate social y político en ambos temas, también lo es que ese debate sea hecho de forma separada y no pretender mezclar el agua con el aceite como maliciosamente lo pretenden hacer y para llegar esta conclusión no se requiere más que irse al que llamo como “el principio de los principios del derecho”, la lógica.

    felfebas@gmail.com

    Twitter: @FelipeFBasilio

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