Salvador Muñoz
Los Políticos
Sin pena ni gloria, el PRD celebró 30 años de vida, no por ello, hay que dejar de reconocerle la trascendencia que tuvo en la última década del siglo pasado y en la primera década del actual, como para convertirse de cierto modo, en el creador despreciado de Morena. Quizás sus ansias de gobierno, poder o ambas, le llevaron a acciones que lo alejaron de su ideal primario: llevar a su izquierda a la presidencia.
Cuántas cosas cambiaron por las decisiones tomadas, algunas motivadas por el deseo de tumbar al PRI o, se insiste, por negociaciones de los hombres fuertes de las Tribus del Sol Azteca…
En el 2006, cuando Andrés Manuel López Obrador era candidato a la presidencia por el PRD, recorría la entidad veracruzana con varios militantes jarochos, dependiendo del punto que visitara, pero siempre hubo uno, que fuera en el norte, centro o sur, lo acompañaba en su camioneta… no, no viajaba en Tsuru… su acompañante veracruzano de cabecera era Rogelio Franco Castán.
No… en esos años no aparecía Cuitláhuac en los escenarios, pero sí su padre, Atanasio García Durán, quien allá por el 2004, competía por una curul local por Xalapa II. Bueno, sí, ya para esas fechas, Cuitláhuac sólo era un promotor más del voto para su padre.
Y Cuitláhuac volvió a aparecer en el 2007 para acompañar a su padre en esa lucha por la alcaldía de Xalapa, pero ahora, promovía a los “Tachitos”, unos muñecos con los que buscaban generar un movimiento en torno a don Atanasio…
Sí, quienes acompañaban al profesor Atanasio, podrían decir de la desorganización, de la falta de preparación, de la ausencia de discurso y de lo enredado en su forma de ser por parte del hijo del candidato García Durán, pero tampoco podían negar que por ganas, por entusiasmo, por enjundia, Cuitláhuac no paraba, aunque todavía por esas fechas, “el consen” de López Obrador era Rogelio.
Allá por el 2013, dos años después de que se conformara la asociación Morena, es que el PRD sufre un cisma, no sólo en su interior, sino al exterior, en la sociedad… se pretendía una alianza sui generis para ir en pos de las alcaldías: PAN con PRD… la resistencia a esta unión “antinatura” dio origen a la “destitución” de la dirigencia de Juan Vergel Pacheco, pero al final, la alianza Azul con Izquierda no se dio… aunque es seguro que el daño en el PRD en Veracruz ya estaba hecho… tres años después, la alianza para sacar al PRI del Palacio de Enríquez se daba, pero para ese entonces, Rogelio Franco ya estaba alejado de AMLO y para el 2018, ya no tenía cabida en esa camioneta que recorrió la entidad con el candidato de Morena… ahora, otro ocupó su lugar…
¿Qué le pasó al PRD? Quizás paciencia… quizás otros líderes… quizás incluso, acabar con esas tribus que desde el fin del siglo pasado e inicios de éste, fueron “usando” sólo al Sol Azteca como un “modus vivendi” político, haciendo a un lado el sueño de llevar a su izquierda a la Presidencia.
No sé si López Obrador vio en algunas tribus, un peligro para su proyecto político, tan así, que prefirió jugársela solo en el 2016 y en el 2018… la combinación de factores, su empecinamiento, hartazgo, lo que usted quiera ponerle, llevaron por fin, tras 30 años de sueños, a la izquierda al poder… sí, es cierto, el PRD puso usa semilla, pero al final, fueron otros los que cosecharon el ideal por el que surgió el Sol Azteca… ¿Rogelio Franco se ha de imaginar lo que pudo haber sido si se hubiera resistido al canto de las sirenas, tanto de las que habitaron Casa Veracruz como el de las Tribus del Altiplano? Cosas de la vida… tanto Rogelio como Cuitláhuac tuvieron la misma cuna, el mismo palacio, pero diferente destino. ¡Feliz cumpleaños, PRD!
smcainito@gmail.com
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