Ricardo Vázquez S.
Esfera Política
La cuarta transformación, el compromiso de acabar con la corrupción está atorado; se anuncia que avanza un paso, la realidad muestra que retrocede dos. El gobierno del cambio revela ser un simple cambio de gobierno. Acciones y reacciones dejan ver constantes cachetaditas a la esperanza de México, la cual sucumbe a la ausencia de voluntad política. Capacidad y preparación para gobernar no se compran con ningún dinero, ni con todo el dinero público a la disposición; es algo tan complejo que tampoco se puede improvisar.
El tema electoral es fundamental. El carro completo, completísimo, debe transitar sin contratiempos para cumplir su objetivo. Se requiere pavimentar el camino al absolutismo.
Nadie en su sano juicio apostaría a que 15 años después el famoso “Señor de las ligas”, René Bejarano, se convertiría en el operador electoral, estraga político del partido en el poder. Además de ser el encargado de vigilar que se apliquen de manera “correcta” los recursos públicos destinados a programas sociales, también conocido como “El profe”, tiene la encomienda de hacer todo por salvar a Luis Miguel Barbosa, candidato de Morena a la gubernatura de Puebla, de la inminente derrota en las urnas el 2 de junio próximo.
El ¡I´m back! De Bejarano esta vez se escucha estridente, con todo el poder, poder que desearía tener César Yáñez, aquel “austero republicano” que apareció en la portada de la revista Hola, con motivo de su boda fifí; Yáñez en la actualidad enfriado, mas no congelado. Bejarano -exhibido en video en el programa de Víctor Trujillo, Brozo, al momento en que se metía los fajos de billetes a las bolsas de su vestimenta, feliz reparto de utilidades, de la corrupción-, junto con su equipo, arribaron a la capital poblana en los primeros días de mayo, con toda la “discreción”; haciendo ruido –despacito- para que la gente se entere a lo que llegaron; que si consiguen el triunfo de Barbosa, a ellos les va a corresponder nombrar al secretario de Finanzas y de otras dos secretarías más.
Luis Miguel Barbosa se encuentra extremadamente preocupado, la tensión a la que está sometido sigue afectando su salud, lo está acabando. Su familia está muy preocupada -comentan sus allegados-, por estar expuesto a agravar su estado de salud con tal de satisfacer su ambición de llegar a ser gobernador.
Pero para eso llega a tierra poblana René Bejarano, “El señor de las ligas”, con la fuerza de un secretario de Estado, o más que la de uno o dos. “Por dinero no te preocupes”, es parte de los acuerdos, ronronean sus allegados. Se mueven, actúan, intervienen, negocian, reparten.
El pasado jueves se llevó a cabo el Debate Ciudadano promovido por COPARMEX y el Consorcio Universitario de Puebla. Asistieron los candidatos del PRI, Alberto Jiménez; y del PAN, PRD y MC, Enrique Cárdenas. Se negó a asistir el candidato de la coalición “Juntos haremos historia”, Morena, PT y PVEM, Luis Miguel Barbosa. El evento no fue transmitido por Televisa Puebla, ni TV Azteca Puebla, únicamente Megacable y redes sociales se ocuparon de difundirlo.
El INE organizó para el próximo domingo 19 un debate más, calladito, sin ruido, para que los electores no se den cuenta que la última opción, la indeseable, es Barbosa. En esta ocasión solamente será transmitido por youtube y redes.
Luis Miguel Barbosa tiene pavor de perder; sabe bien que no tiene nada que hacer ante un candidato de mucho peso, capacidad, preparación y honestidad indiscutible como es el Doctor Enrique Cárdenas Sánchez.
¡Viva la subcultura del agandalle! Bien podría decir René Bejarano, “El señor de las ligas”. Está de regreso.
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