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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    No sé si a ustedes les haya ocurrido esto alguna vez en el Altiplano… a mí, muchas. Cuando llegaba al entonces DF y decía que venía de Veracruz, no faltaba aquél que de inmediato dijera: “¡Jarocho!”, y claro, uno amablemente trataba de razonar con el chilango para decirle que el Jarocho es el nacido en el Puerto de Veracruz… ¡ni madres! ¡Eras “Jarocho” y ya! ¡Poco les importaba si eras de Orizaba, Tuxpan, Las Choapas o Alto Lucero, entrabas al costal de “¡Jarocho!” Que conste: no tengo problemas si me dicen “Jarocho”, al final, es motivo de orgullo ser de esta tierra que vio nacer a Agustín Lara, al compositor Byron o al escritor Sergio Pitol, pero uno a veces quiere ser preciso en las cosas… aunque al final, cada vez que íbamos al entonces DF, ya ni chistábamos cuando el chilango nos recibía con efusivo “¡Jarocho!”

    ¡Cómo cambian los tiempos!

    Las cosas empezaron a ser diferentes… no sé si a ustedes les haya ocurrido esto, pero hace como tres o dos años y medio, al llegar a una reunión en el entonces DF, haga de cuenta que uno traía un letrero enorme que decía “no soy de aquí” y claro, surgía la pregunta: “¿De dónde eres?”, el decir “soy de Veracruz” tuvo una reacción totalmente distinta en el chilango: “¡Ah! ¡Javier Duarte! ¡Corrupción!”… sí, efectivamente, de manera sorpresiva, la referencia a Veracruz era sinónimo de un sujeto y de sus acciones… al chilango le valía un soberano cacahuate nuestro Tajín, los Voladores de Papantla, el delicioso café, la vainilla, nuestras playas, el Cinco Veces Heroico Puerto (por sobrevivir a Duarte), y un largo etcétera que bien podrían evocar de manera grata a Veracruz… ¡pero no! Citar Veracruz  era sinónimo de Javier Duarte y su corrupción.

    Javier Duarte vino a borrar de un solo golpe a grandes veracruzanos y más los inmiscuidos en política, como puede ser un Heberto Castillo, Jesús Reyes Heroles o el mismo César Leal Angulo, por citar a vuelo de “pajarita”…

    ¡Vamos! Podemos decir orgullosos que hemos tenido en Presidencia de la República a siete jarochos (ya saben… no importa si Francisco Lagos Cházaro haya nacido en Tlacotalpan; Miguel Alemán Valdés, en Sayula de Alemán; José Joaquín de Herrera, en Perote; Francisco Xavier Echeverría, Sebastián Lerdo de Tejada y Antonio López de Santa Anna, en Xalapa; Adolfo Ruiz Cortines sí era jarocho)…

    En el plano de Gobernadores hay para todos los gustos pero baste citar a los que algunos recuerdan y califican como buenos Gobernadores, como es Agustín Acosta Lagunes, Fernando Gutiérrez Barrios, Patricio Chirinos, el mismo Dante Delgado y sí, hasta Fidel Herrera Beltrán.

    Miguel Angel Yunes Linares ocupa un lugar sumamente especial por ser el político que abre la puerta de la alternancia tanto en la historia de Veracruz como en este siglo…

    Bueno… y a qué voy con todo esto… si usted tiene un amigo poblano o de la Ciudad de México, o ya de plano, de cualquier otro punto del país, le quiero pedir un enorme favor… ¡cuéntele la siguiente anécdota!:

    Tuve como jefe a Yayo Gutiérrez Castellanos en el periódico “Política”. En la curva de aprendizaje cometí muchos errores pero algo que tuve de enseñanza, fue a asumirlos, así que cada vez que la cajeteaba, esperaba a que se presentara el Director en su oficina, y con periódico en mano le señalaba mis errores editoriales. Y siempre me respondía: “Ten cuidado para la otra, no vayan a pensar que ¡todos somos una bola de pendejos!”

    En últimas fechas, previo a las elecciones en el vecino Puebla, he visto algunos mensajes en Twitter y Facebook advirtiendo a los angelinos de lo que aquí se vive con este Gobierno, que no vayan a cometer el mismo error que los veracruzanos… en la Ciudad de México mis parientes se ríen de las ocurrencias de Cuitláhuac García Jiménez; en Monterrey se quedan perplejos con sus discursos y sus respuestas…

    Creo que los veracruzanos podemos pasar que nos endilguen a todos el “gentilicio” de Jarocho; a lo mejor pudimos soportar que nuestra entidad fuera identificada por una sola persona y su estela de corrupción… pero se los juro, amigos poblanos, de la CDMX, de Monterrey y el resto del país… hoy, en estos días, con seis meses de un nuevo gobierno, dijera Yayo Gutiérrez, ¡no vayan a pensar que todos los veracruzanos somos una bola de pendejos!

    smcainito@gmail.com

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