El tren ligero y un mediocre alcalde

Salvador Muñoz

Los Políticos

Cuando Juan Manuel Diez Francos propuso hacer un teleférico en el Cerro del Borrego de la ciudad de Orizaba, primero lo tiraron a loco… luego, cuando vieron que iba en serio, lo acusaron de ecocida por la cantidad de árboles que iba a destruir por ese proyecto… al final, el famoso teleférico es ahora uno de los tantos atractivos que tiene la Pluviosilla y de acuerdo a los libros de registro, lo visitan veracruzanos, vecinos de otros estados, de Europa, Estados Unidos y hasta Asia. Le dijeron “¡Las locuras del Emperador!” pero funcionan.

En Xalapa, David Velasco Chedraui tuvo una idea similar y estoy seguro que fue antes de la de Diez Francos… el entonces alcalde de la Capital veracruzana pretendía un proyecto de teleférico que iniciara desde lo alto del Cerro del Macuiltépetl hasta la zona de Los Lagos… a ojo de buen cubero, podría decir que sería entre 7 y diez veces más largo, bajo el riesgo de quedarme corto, que el teleférico de Orizaba… la idea siempre me pareció fascinante, sin embargo, sólo quedó en eso… en una idea, en un proyecto, porque lamentablemente, en texto del propio Velasco Chedraui, “empezó a subir el dólar” y por ende, los costos se elevaron demasiado…

Dicen que “Vicho” Velasco Chedraui podría buscar contender por la alcaldía si a la Asociación Civil Podemos le dan categoría de partido… en lo particular, ojalá retomara ese proyecto y además de darle el lugar de “Paseo”, con toques de “Turismo”, se buscara también que funcionara como transporte público.

El pasado domingo, Cuitláhuac García Jiménez, acompañado del titular de Sefiplan, José Luis Lima Franco y dos funcionarios de la SIOP, habló de un proyecto interesante: activar las vías férreas para un tren ligero que iría de Rafael Lucio a Banderilla.

El año pasado, allá por diciembre, había hecho el anuncio de este proyecto de movilidad que involucra a cuatro municipios (Rafael Lucio, Xalapa, Banderilla y Coatepec). La capital, supone, tendría cuatro estaciones.

La idea no es mala y la primera vez que escuché de ella, fue en el 2010 por parte de un ex alcalde, curiosamente, no de Xalapa, sino de Papantla… Domingo Yorio Saqui, suegro de Américo Zúñiga Martínez y además, tío de Gabriel Yorio González, quien se desempeñaba como titular de la Unidad de Crédito Público, y fuera nombrado hace poco subsecretario de Hacienda.

Pues Domingo Yorio, por esas fechas citadas, hizo un análisis de la crisis urbana de la ciudad de Xalapa, en la que proponía diversas medidas para lograr un adecuado ordenamiento urbano, prioritariamente en los aspectos de congestionamiento del tráfico vehicular, tema del cual, a casi una década del planteamiento del papanteco, no sólo aún padecemos, sino que se agravó a tal grado que los índices de contaminación ambiental por los gases de las unidades automotoras, son altos y de cuidado.

El asunto del tren ligero él lo llamó “libramiento del ferrocarril”, que buscaba aprovechar su infraestructura para un eje central vehícular o para un tren urbano ligero, pero por las condiciones, la segunda opción sería la más viable así como la más económica que daría de inmediato resultados óptimos para los vecinos de los municipios circunvecinos así como para los de la capital veracruzana una vez que entendieran el circuito.

Al final, quizás no importa de quién haya sido la idea, el asunto es hacerla realidad… sí, queda claro que todo proyecto y su hechura está plagado de quejas, de inconformidad, de molestias, pero al final, se valora ya hecha, en funciones, y sobre todo en sus beneficios… si el tren ligero funciona, que sea para el bien de los xalapeños y vecinos, sobre todo cuando llevamos casi media administración municipal que raya en falta de ambición para darle a Xalapa el lugar que merece. El tren ligero si bien no es la panacea, ¡pero ya es algo para la Atenas Veracruzana!

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