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    Brenda Caballero

    Números Rojos

    En México, es un secreto a voces que las cárceles están llenas de inocentes que purgan condenas por delitos menores y que están en prisión por ser pobres, pues los que tienen dinero pagan un abogado, la fianza y de inmediato quedan en libertad. Hasta podríamos decir que la población más vulnerable es la que se encuentra presa.

    Emulando a Miguel Hidalgo y Costilla, que en la antesala del Grito de Independencia de 1810 liberó algunos presos de la cárcel de Dolores, el presidente Andrés Manuel López Obrador mandó hace unos días la iniciativa de “La Ley de Amnistía” a la Cámara de Diputados… para ser precisa, en la noche del pasado 15 de septiembre.

    Todavía ni discuten los diputados la iniciativa y ya está generando controversia.

    En primer lugar, desde el mismo nombre, pues los conocedores de la materia aseguran que debería ser “Indulto”, ya que se les perdonará la pena o sentencia por cumplir al culpable; mientras que “Amnistía” es el perdón al delito cometido cuando el infractor no ha sido juzgado.

    Ante ello, el Presidente indicó en su proyecto que “el indulto y la amnistía son figuras jurídica distintas, sin embargo, comparten la idea de conceder la libertad y dar nuevas oportunidades de reinserción social a quienes han cometido conductas delictivas”.

    Para dejar clara esta la ley de Amnistía, se indicó que no beneficiará a quienes hayan cometido delitos graves como secuestro, homicidio, ni a los que sean reincidentes, o que hayan utilizado un arma de fuego en la comisión del delito, más bien está enfocada en mujeres que abortaron, que fueron presionadas por sus parejas para transportar o vender drogas. Igual se enfoca en jóvenes que, ante la falta de oportunidades de crecimiento y empleo, han tenido que recurrir a la distribución y venta de droga o han sido presionados por grupos de la delincuencia organizada para hacerlo; también se enfoca en indígenas que han enfrentado sus procesos sin un abogado ni traductor de su lengua natal y su cultura.

    Del mismo modo, se pretende aplicar la amnistía al robo simple sin violencia y a los encarcelados por sus ideas políticas pues mire que debe haber varios casos en nuestros centros de reinserción social.

    Por otro lado, hay quien considera que dicha ley es un permiso para robar, pues ya no se perseguirá ni castigará a quien robe bienes sin violencia por un valor de hasta 51 mil pesos.

    Si bien la iniciativa pretende apoyar a quienes no tienen acceso a la justicia, deberá analizarse muy bien cada caso pues no faltará quien quiera aprovecharse de esta ley de amnistía abogando pobreza.

    ¿Y usted qué opina de la propuesta de Ley de Amnistía?

     

    caballero_brenda@hotmail.com

     

    @NumerosRojos_BC

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