¡Están matando a mujeres!

Salvador Muñoz

Los Políticos

Quizás nuestras autoridades no dimensionan los hechos: ¡están matando a mujeres! Disculpe los signos de exclamación, pero es mi forma de gritarlo. Digo que no dimensionan los hechos porque no debemos llevar a Izamar, nombre de la joven que es seguro no rebasaba los 20 años, a una cifra, a una estadística y mucho menos a un plano político donde acabe en un “había cosas peores cuando Winckler”.

Los restos de Izamar, joven de prepa que estudiaba en Cosoleacaque, fueron encontrados en bolsas… ¿dimensionan las autoridades el hecho? ¡Vamos! Quizás sea un ejercicio negro, oscuro, pero espero que rebobinen el asunto y entiendan cada minuto previo desde que abandonan esas bolsas con sus restos en un ejido de Minatitlán, al momento en que es capturada… ¿sienten miedo? ¿su miedo? Pues los compañeros de Izamar lo perciben mejor… porque entre la demanda por justicia y la rabia ante el crimen, ellos tienen miedo de que lo que le ocurrió a Izamar, le ocurra a otra compañera…

Insisto… no se trata de buscar culpables políticos… señores, tienen ya casi un año en el cargo y responsabilizando al pasado no es como se gobierna.

Pero hay algo más… así como estos jóvenes preparatorianos se plantaron en la carretera en demanda de seguridad y justicia tanto por su compañera como por ellos mismos, el resto de la sociedad debería de mostrar su enfado, su impotencia, su rabia ante este hecho que indigna, que nos debe de doler y lacerar y a la vez, por qué no, hasta dar miedo, el mismo miedo que tienen estos jóvenes… porque no es normal, no es normal que sujetos se lleven a nuestras niñas, jóvenes, mujeres, las maten y las descuarticen; se tomen tiempo de depositar sus restos en bolsas; circular por los caminos de Veracruz y arrojar esas bolsas, y esperar a que las descubran… ¿Para qué? ¿Por qué tomarse tiempo para hacer todo ese ritual? ¿Por qué ocuparse en que sus restos se encuentren?

ABRO UN PARÉNTESIS

(Sonia Patricia… quizás a muchos el nombre no les diga nada… han pasado ya 24 años de que los restos de esta mujer aparecieran allá, en la avenida Murillo Vidal, en un riachuelo. La habían descuartizado. Ella trabajó como elemento de Seguridad en un bar llamado El Camachín. A su amiga, Edna, las autoridades la hicieron “sospechosa”. Fue acusada por participación en este crimen y sentenciada a más de 20 años de prisión, si no mal recuerdo, pero alcanzó la libertad antes de la década de este siglo.

Xalapa se conmocionó por el crimen de Sonia Patricia. La verdad, no recuerdo haber cubierto un hecho tan tenebroso como éste en mi participación como reportero de policiaca. Alrededor del crimen de Sonia Patricia se tejieron varias historias pero por la saña que hubo con ella, se decían dos cosas: que había sido una venganza y a la vez una advertencia.

Venganza por algo que pudo haber hecho la mujer; advertencia para el resto, para los demás, porque si no, ¿para qué dejar expuestos los restos de Sonia Patricia en un lugar que es paseo para deportistas?: porque se quería que se descubriera. Caso contrario, al ser desmembrado su cuerpo, pudieron quemarlo, enterrarlo… simplemente desaparecerlo.

La verdad, no sé qué haya ocurrido para que Sonia Patricia fuera asesinada de tal forma, pero fue indignante… lastimó a Xalapa… y creo que a todo Veracruz hace ya 24 años)

Es claro que si bien, de Sonia Patricia a Izamar hay distancias enormes, hay una intención en la que se cruzan: dar el mensaje.

El mensaje en este caso es que quienes matan a nuestras mujeres de este modo, se sienten impunes, no tienen miedo, y lo seguirán haciendo.

Sí, no es normal, pero tampoco es normal que le pongamos un número a Izamar; ni normal que nuestras autoridades actúen como si nada pasara, indiferentes a la demanda de unos jóvenes, o lanzando alharacas ahora contra los jueces federales, o presumiendo que recuperan más autos que los que se roban (así, como si fuera chiste de Peña Nieto)… porque pareciera que no se dan cuenta de que están matando a mujeres.

smcainito@gmail.com