El poder es efímero

Enrique Yasser Pompeyo

Mesa de Redacción

A Pítaco de Mitilene, uno de los Siete Sabios de Grecia, se le atribuye la frase: «si quieres conocer a un hombre, revístelo de un gran poder. El poder no corrompe, desenmascara».

La expresión viene a cuento porque hay políticos, funcionarios, secretarios que creen que el poder del que gozan ahora es eterno.

Creen, también, que las decisiones que pueden tomar, perdurarán en el tiempo.

Lo vemos en cada cambio de gobierno, en cada nueva administración, en cada sexenio.

En estos tiempos de la Cuarta Transformación no hay excepción.

Ha transcurrido prácticamente el primer año de gobierno y las decisiones que se han tomado no han sido las mejores, por el contrario, han afectado a todos los sectores en la entidad.

Las críticas por falta de seguridad, infraestructura educativa, servicios médicos y otras tantas demandas de la población lo confirman.

Se observa una cerrazón en las autoridades para permitir que otros sectores ayuden a enderezar el rumbo que se ha tomado.

La soberbia los lleva a mantenerse cerrados, alejados, distantes, hasta con una actitud de desprecio.

Sin embargo, conforme pasan los días, las semanas, los meses, van perdiendo ese poder.

Al final, volverán a ser ciudadanos de a pie, sólo les quedará su imagen y serán señalados para siempre por lo que hicieron o no.

No acaban de entender que el poder un día se agota y se va para no volver. El poder es efímero.

enriquepompeyo@hotmail.com