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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    La comparecencia del Gobernador ante el Congreso local está hecha para el lucimiento del Ejecutivo… si bien puede haber intervenciones interesantes de los representantes de las fracciones legislativas con discursos incisivos, al final, el que devuelve el golpe tiene la oportunidad de rebatir con argumentos o adjetivos que se aderezan con el aplauso del respetable.

    Interesante fue el discurso de Cuitláhuac García Jiménez, pero no tanto por las cifras, obras o proyectos que expuso, sino por las “perlas” que aventó y que llamaron la atención de algunos presentes en el público o que causaron hilaridad en otros, por lo coloquial de las expresiones.

    Hablar de si fue un “Informe de Mentiras” como lo calificó de principio a fin Marlon Ramírez Marín, eso ya fue expuesto tanto por el dirigente del PRI como en su oportunidad lo hicieron los diputados de oposición… acá destacaremos esas “perlas”, por curiosas, por ejemplo, es interesante oír al inicio del discurso de Cuitláhuac que en un año, superaron a las administraciones anteriores en trabajo, honestidad, buenas finanzas y mayor seguridad… y aunque el Gobernador asegura que la percepción no sirve para medir, sino los resultados, cada quien tendrá su posición respecto a cómo abrió su exposición García Jiménez.

    Otra perla sabrosa fue cuando dice “les dijimos adiós a los gobernantes que transaban y acababan millonarios nada más ocupando cargos públicos” y agregó que él lleva cuatro años en estos menesteres, tres como diputado federal y uno como Gobernador, “no he adquirido ranchos, yates, ni casas nuevas ni mansiones en el extranjero”.

    Más adelante pondría también como ejemplo a su padre, Atanasio García Durán, presente en la comparecencia, quien tras ser representante popular, vive de forma modesta.

    Otra “perlita” fue cuando dice que el Pueblo no se equivocó (que hizo recordar un comercial de Movimiento Ciudadano); “hizo muy bien en mandar a volar a los gobernantes más corruptos de la historia de Veracruz para que llegara al mismo tiempo la Cuarta Transformación”.

    Por si hubo o hay quienes ven “el cambio radical de la Cuarta Transformación” muy lento, García Jiménez aclaró que éste “lleva su ritmo y trabajo”, más “después del desastre que dejaron por tanta ‘ladronería’ (Hurto o fraude, especialmente el que se comete contra bienes públicos)”.

    Una perla más: “Los cambios en la Cuarta Transformación son de fondos y de formas, ya no hay cajitas feliz en la Sedesol; tampoco el electorero frijol con gorgojo…”

    Y al citar una serie de programas a favor de las mujeres, remató con otra perla: “Si con estas acciones de impulso a la productividad me llamaran ‘populista’, a mucho orgullo les digo que al igual que al Presidente, me anoten en la lista”.

    A la hora de repartir “culpas” aseguró que recibieron “obras tiradas y a medias, no sólo de la administración pasada, incluso de hace diez años”, raspando a Fidel Herrera Beltrán.  

    Dicen que el elogio en boca propia es vituperio… lo recuerdo cuando García Jiménez expresa: “La verdad, cuando se tiene empeño en ser honesto, es decir, en no transarse la lana y no desviarla para las campañas político-partidistas, se hacen muchas cosas”, que se suma a cuando dice que “hacemos patente en este arranque de gobierno que no sólo se hace obra pública, no sólo se administra bien, no sólo se es austero, y se combate a la corrupción, sino también estamos poniendo la máxima de que no se trataba del ‘Quitate tú para ponerme yo’, venimos a transformar”.

    Y para rematar su discurso, dio este mensaje a aquéllos que al paso de un año no ven claro: “estamos atendiendo todos los temas… por lo mismo pido con todo respeto a la población que no se desesperen… el cambio de fondo lleva su tiempo, pero lo que hoy entregamos como una práctica de rendición de cuentas, da la esperanza de que llegaremos a la meta final, porque hemos emprendido el camino del cambio verdadero, y vamos muy bien”.

    Si bien, es cierto, hay un cambio total no sólo en apariencia, sino igual, hasta en el tonito “amlista” (de AMLO) que antes imprimía a la hora de dar un discurso, es innegable que hay aún influencia del Pejedente en Cuitláhuac tanto para usar un lenguaje coloquial como en el mensaje que busca que prevalezca en el ciudadano: él es honesto; los otros, no.

    ¿Válido? ¡Claro! Al menos hasta el momento, al Gobernador no se le puede acusar de corrupto, aunque a las sospechas de esto en algunos de los integrantes de su Gabinete, todavía se les agregue nepotismo, opacidad y hasta inacción, tal como lo calificó el diputado Omar Miranda…

    Al final, como al principio citamos, es menester recordar que si el Gobernador lució, fue gracias al esquema de comparecencia que se tiene para el Ejecutivo, el cual por cierto, fue implementado e igual, bien usado en su momento, por Miguel Ángel Yunes Linares. Dijera Ricardo Chúa: es el mismo juego, cambian los jugadores.

     

    smcainito@gmail.com

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