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    Luis Alberto Romero

    Hora cero

    “A la fiscal me la como yo en tacos”, soltó el diputado local por el distrito de Misantla, Erik Iván Aguilar López, cuando el 19 de diciembre de 2019 entró a la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social de Alto Lucero para exigir que entregaran el cuerpo de un hombre atropellado.

    En un arranque de soberbia, arrogancia, el legislador local veracruzano, quien hoy enfrenta un proceso de desafuero, exigía la entrega del cadáver a los deudos.

    Los intentos por persuadirlo de que dejara de insistir en llevarse el cuerpo fueron infructuosos.

    Minutos después, realizaba una llamada (hay versiones que indican que el telefonazo fue directamente con la fiscal veracruzana Verónica Hernández Giadáns); “la gente está enardecida; venga usted a calmarlos porque yo ya no puedo”.

    Engallado, el ex integrante de la bancada de Morena-PES, quien ha desfilado por las fracciones “Del lado correcto de la historia” y “Acción Nacional Veracruz” –ya desintegrada–, habría dicho en el hospital del IMSS, dirigiéndose a los deudos del hombre muerto, que “el cuerpo ahorita se lo llevan a su casa, así sea lo último que yo haga”.

    Lo curioso es que no se trata de una persona que ignore las leyes; al contrario, se supone que el todavía diputado independiente, quien preside la Comisión de Seguridad Pública en el Congreso de Veracruz, es licenciado en derecho; por ello resulta incomprensible su decisión de llevarse el cuerpo de una persona que murió de forma violenta, sin esperar a que se practicaran todas las diligencias que marca la ley.

    Probablemente Erik Aguilar no pensó que el citado arranque le costaría el fuero y la posible separación del cargo a que llegó el 5 de noviembre, cuando se presentó cantando y a caballo a la sede del Congreso de Veracruz.

    Luego de los hechos y tras los zigzagueos políticos del todavía legislador por Misantla, la fiscalía anticorrupción que encabeza Alfredo Corona solicitó la declaración de procedencia ante el Congreso local.

    De forma reciente, los diputados de la Comisión Instructora iniciaron el análisis del caso, que incluyó tanto el expediente que le enderezó la fiscalía estatal al diputado, como la defensa del señalado.

    El pasado viernes, la Comisión Permanente Instructora concluyó el dictamen, entregado a la Secretaría General del Congreso, a efecto de que dicha instancia los turne a la Mesa Directiva.

    El asunto será incorporado a la orden del día de la próxima sesión extraordinaria, y será entonces cuando se realice la votación.

    El diputado Víctor Vargas, de Morena, declaró hace unos días que “la Ley no se negocia para solapar corruptelas ni se tuerce para afectar a terceros por cuestiones políticas…”, con lo que dejó entrever el sentido del dictamen.

    Pareciera que el dedo pulgar apunta hacia el piso, condenando al pintoresco diputado a la hoguera del desafuero.

    Para salvar el pellejo, Erik Iván Aguilar requiere el voto de al menos 16 diputados más; es un escenario que se observa sumamente complicado, a pesar del esfuerzo que ha realizado en las recientes sesiones, donde se le observó particularmente afectuoso con sus pares, como presintiendo que el hacha está a punto de cercenarle el pescuezo.

    Así las cosas, todo apunta a que los días de Aguilar López como diputado están contados; en eso terminará la taquiza que presumía en el IMSS de Alto Lucero; Morena y aliados están a punto de sacudirse a un legislador incómodo; y quien se frota las manos es Carlos Manuel Jiménez Díaz, el suplente que sería llamado para rendir protesta. @luisromero85.

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