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    Maricarmen García Elías

    Animalia

    En nuestro estado y país se vive una violencia desbordada que pareciera imposible de frenar por las autoridades, algo que se ha salido de control por la incompetencia de gobernanza y falta de políticas públicas apropiadas pero sobre todo aplicables. El maltrato, los abusos sexuales y asesinatos a menores de edad  van en aumento ya no se diga los feminicidios, el narcotráfico, los robos con violencia y toda clase de delitos que están a la orden del día.

    Y si bien el gobierno es responsable –para eso se les paga y se les eligió-  de buscar soluciones y un mecanismo que garantice seguridad a los habitantes para disminuir estos altos índices que tienen en un hartazgo a la sociedad,  también la propia sociedad es responsable de implementar desde los hogares acciones que frenen la creación de próximos feminicidas, pederastas, ladrones, asesinos, en fin, parásitos de la sociedad.

    Si analizamos la historia de vida de los delincuentes, por ejemplo los abusadores de niños y mujeres desde el más famoso hasta el delincuente cuyo delito no haya sido tan mediático observaremos que muy probablemente y más allá de las clases sociales creció en un hogar desestructurado, con malos ejemplos a seguir, seguramente fue abusado sexualmente, no pudo tener acceso a una educación apropiada o tuvo que abandonar sus estudios y la violencia era el pan de cada día en su casa, creció observando lo normal que era que patearan al perro de la casa, que golpearan a su mamá, a sus hermanas , no le fue posible desenvolverse en una estructura familiar con valores, lo cual no lo exime ni justifica del delito o delitos que haya cometido pues hay personas que en medio de estas vicisitudes han podido sobrevivir y lograr con mucho esfuerzo y empeño una vida diferente a la que vivieron de niños, pero estos factores sí influyen en el monstruo que hoy es.

    La violencia hacia los animales es el común en todos los asesinos y violadores que hoy conocemos gracias a los medios de comunicación que dan a conocer la información que antes no se visibilizaba. El maltrato animal está separado por una delgada línea roja de un ilícito  de dimensiones irreversibles como puede ser el asesinato. Los maltratadores ven a su víctima como alguien inferior, alguien que está a disposición de ellos para satisfacer sus bajezas,  la violencia que emplean va escalando de nivel y sadismo hasta que dejan de ser seres humanos para convertirse en monstruos y para ejemplo de ello están los asesinos de Fátima, de Guadalupe (calcetitas rojas) y Julio, homicida de un niño de 4 años en el Estado de México al que violó hasta provocarle la muerte.

    Las personas que son violentas con los animales rara vez se detienen ahí. Leía una nota en un periódico de circulación nacional que informaba el caso de una señora que sometió a un hombre que con su celular tomaba fotos de su hija de 14 años en un supermercado, la señora valientemente increpó al sujeto y lo sometió por el cuello arrebatándole el celular y exigiendo le dijera por qué le tomaba fotos a su hija, y lo que encontró en el celular fue perturbador, había fotos de otras chicas, fotos inapropiadas de un menor de edad de sexo masculino y de maltrato animal, el tipo fue remitido por las autoridades policiacas , lamentablemente si no hacen una buena investigación de todo lo que hay en su celular para tipificarle los delitos, saldrá libre.

    Hay leyes ejemplares de protección a los menores de edad, a las mujeres, a los animales pero el sistema está fallando desestimando las denuncias que se interponen, reclasificándolas,  aplicando el tortuguismo y corrupción que caracteriza todo lo penal, al frente deben estar autoridades competentes que garanticen justicia real, un sistema que no deje en estado de indefensión a  las víctimas y solape o apapache a los delincuentes, hoy más que nunca las leyes deben aplicarse con todo el peso que conllevan.

    Como padres y madres nos corresponde cuidar a nuestros hijos, comunicarnos con ellos diariamente, no dejarlos solos, inculcarles valores, darles una buena educación, enseñarles a tener compasión y respeto por los semejantes en especial por los seres más indefensos como pueden ser los animales, la escuela es una extensión de la educación de los niños pero ésta comienza en casa. gaem80@gmail.com

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