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    Ricardo Vázquez S.
    Esfera Política
    Legisladores, incorrectamente llamados “representantes populares“.
    Es penoso tener que distraerlos del dinamismo de las campañas permanentes en que se encuentran atrapados; es desagradable interrumpir el estado de confort en sus hamacas. Es incómodo pero es de extrema necesidad y urgencia que por un momento hagan a un lado los intereses ideológicos, personales y de grupo; que interrumpan el sonar sus matracas y repliquen que vamos requetebién; que hagan una pausa de lanzar en todo momento loas: ¡Es un honor estar con Obrador!
    Es de trascendental interés, por el bien de los mexicanos en general, que hagan un espacio y se  apropien de su verdadero papel en estos momentos tan delicados y preocupantes por la pandemia mundial que empieza a golpear con fuerza nuestro país.
    Por si no están enterados -lo cual no sería extraño-, los héroes de la actualidad, los que se encuentran en la primera línea de batalla para hacerle frente al Covid-19 en defensa de los ciudadanos, están siendo agredidos, insultados y discriminados. Médicos y enfermeras tienen el reconocimiento y eterno agradecimiento de la mayoría de los mexicanos; desafortunadamente no han faltado sujetos, hombres y mujeres, calificados de inhumanos, en lugar de agradecer el grave riesgo al que a diario están expuestos quienes trabajan en los hospitales, los lesionan.
    ¿Sería mucha molestia que atiendan la gravedad de las agresiones a los trabajadores de la salud y comiencen a legislar sobre este tema, para imponer severos castigos a quienes agredan verbal o físicamente, y discriminen a médicos, enfermeras, intendentes y todo personal de apoyo que laboran en la lucha para combatir el Covid-19?
    Fue considerada como una auténtica burla que el lunes pasado en el Senado, en que se aprobó la polémica Ley de Amnistía, los integrantes de la Cámara Alta en sesión extraordinaria rindieron un minuto de aplausos a los trabajadores de la salud por el trabajo que están realizando, pero rechazaron ese mismo día se abordara el problema de las agresiones que estos padecen.
    Los ciudadanos sacan por conclusión que la postura de indiferencia de los senadores sin duda obedece a que mientras estos se encuentren en funciones no se atreverán a acudir a un hospital público.
    De nada sirvió que la jefa de la División de Programas de Enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, Maribel Zepeda Arias haya señalado públicamente que debe haber un alto a las agresiones contra el personal médico.
    Legisladores, ¿sería mucha molestia que en vez de ocuparse de apoyar y apapachar a delincuentes y criminales, se preocuparan de proponer reformas para penalizar a quienes agredan de cualquier forma a médicos y enfermeras, quienes están exponiendo su vida en beneficio de los  mexicanos?

    rvazquez002@yahoo.com.mx

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