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    Luis Alberto Romero

    El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez; el secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos; y la encargada de despacho de la Fiscalía General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, han coincidido en que la impunidad en las agresiones contra periodistas es cosa del pasado.

    El ejecutivo estatal confirmó este fin de semana la captura de seis presuntos implicados en el homicidio de la periodista María Elena Ferral, perpetrado en Papantla el pasado 30 de marzo.

    Con relación al tema, se habla de 11 implicados, de los cuales 6 ya están detenidos; entre ellos, un periodista de Papantla, un regidor y la ex pareja sentimental de la extinta periodista.

    Sobre ese asunto, la autoridad ha señalado el trabajo periodístico de Ferral Hernández como la principal línea de investigación.

    Posterior al anuncio del gobernador, el titular de la Segob estatal, Eric Cisneros, insistió en que se terminó la impunidad para quienes cometan ataques contra periodistas.

    En lo que va del presente sexenio se han registrado dos crímenes contra representantes de medios informativos; en ambos se tiene identificados a los autores materiales, algunos detenidos, y se generaron las órdenes de aprehensión respectivas contra los responsables intelectuales.

    El 2 de agosto de 2019, en Actopan, fue victimado el periodista Celestino Ruiz, de Gráfico de Xalapa; la fiscalía de Veracruz detuvo a un elemento de la Policía Preventiva Municipal de ese lugar, al parecer escolta del alcalde panista Paulino Domínguez, y las investigaciones siguen su curso porque el presunto autor intelectual está prófugo.

    En marzo del presente año, María Elena Ferral cayó abatida en Papantla; todavía no se cumplen dos meses de ese lamentable hecho y la autoridad en materia de procuración de justicia ya capturó a seis presuntos implicados y quedan pendientes otras 5 órdenes de aprehensión.

    En ambos casos hay avances importantes que no se habían registrado con los dos anteriores fiscales veracruzanos, Luis Ángel Bravo, en los tiempos de Javier Duarte; y Jorge Winckler, durante la administración de Miguel Ángel Yunes.

    De 2005 a la fecha se cometieron 25 homicidios contra periodistas veracruzanos; la Fiscalía General del Estado no resolvió ninguno.

    Tampoco fueron esclarecidas las desapariciones de 8 reporteros en la entidad.

    Durante la etapa de Jorge Winckler, el organismo autónomo se adjudicó el esclarecimiento de dos homicidios: los de Ricardo Monlui Cabrera, en Yanga, región de Córdoba; y Leobardo Vázquez Atzin, en Gutiérrez Zamora, zona norte de Veracruz; sin embargo, los autores materiales de esos homicidios no fueron capturados por la Policía Ministerial, sino por la Secretaría de Seguridad Pública.

    Como sea, salvo esos dos homicidios y los dos perpetrados durante el actual gobierno de Morena –Celestino Ruiz y María Elena Ferral–, no existe otro asesinato contra periodistas esclarecido en Veracruz, entidad donde ha imperado la impunidad con relación a las agresiones contra los representantes de los medios de información.

    Los resultados del actual gobierno estatal, al menos en materia de ataques contra periodistas, están lejos de considerarse malos; sin embargo, sería importante la captura de los autores intelectuales de los dos casos recientes; así como la solución de las agresiones del pasado, dado que hay dos docenas de carpetas pendientes de resolverse. @luisromero85

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