Felicidad del Pueblo & PIB

Brenda Caballero

Números Rojos

Antes de que continúe esta columna de opinión, piense un momento: ¿Qué la o lo hace feliz? Definitivamente la felicidad puede variar en el tiempo, en cada época, en cada lugar, en cada espacio.

Ahora que estamos enmedio de la pandemia, la felicidad de unos es muy diferente a la de otros. Alguien pudiera ser feliz con abrazar a sus seres queridos, mientras otros pudieran ser felices llevando alimento a su mesa y ver comer a su familia. Y así pudiéramos mencionar muchos ejemplos.

Pero, ¿se puede medir esa sensación como lo quiere hacer el Presidente al desarrollar un índice de Felicidad?

En conferencia, aseguró que ya anda buscando expertos que elaboren dicho índice o parámetro que al parecer se llamará La Felicidad del Pueblo y que medirá el crecimiento del país, el bienestar, los grados de desigualdad social para distribuir la riqueza y el progreso, ya que para él, el crecimiento económico no sirve, si no está acompañado de igualdad y democracia, y pues ahora … ¡de felicidad!

Recordemos que últimamente el presidente ha minimizado el Producto Interno Bruto (PIB) y pretende sustituirlo a pesar de que el PIB es un instrumento de medición objetivo, estándar, fundamental para las políticas públicas y hasta para calcular los ingresos anuales en función del crecimiento de cada país. 

¿Logrará el Índice Felicidad del Pueblo sustituir al Producto Interno Bruto?

A través de la historia, filósofos, científicos, académicos y otros estudiosos han tratado de medir la felicidad, pues qué gobierno no quiere tener felices a todos sus gobernados? Incluso organismos internacionales como la ONU o la misma OCDE apoyan su implementación. Algunos países como Bután, Francia, Inglaterra o Chile han incorporado mediciones en sus encuestas y censos. 

Los científicos también han tratado de medir la felicidad, pero le han dado un enfoque operacional, es decir: La felicidad es el grado con que una persona aprecia la totalidad de su vida presente de forma positiva y experimenta afectos de tipo placentero.

Aunque la duda que me surge es ¿funcionará ese índice de felicidad y bienestar cuando en sexenios anteriores, con Enrique Peña Nieto por ejemplo, en el 2016, México era el país más feliz del mundo según el índice de Felicidad del Planeta (Happy Planet Index)?

En 2019 bajamos al segundo lugar, pues Costa Rica encabeza la lista; en tercero está Colombia; cuarto lugar, Vanuatu; y quinto, Vietnam. 

El índice mide cuatro aspectos: Bienestar, Esperanza de Vida, Huella Ecológica e Inequidad.

Todo indica que el Presidente quiere que lo recuerden como el más feliz y con mayor bienestar, incluso ya lo debe estar cocinando para que sea usado con la “nueva normalidad” a la que entraremos en próximos días.

Solo espero que después no se le ocurra sancionar a los que nos quiten la felicidad, pues… ¿se imagina usted el número de demandas, juicios y sentencias?

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