Felipe de Jesús Fernández Basilio
Desde A Janela
Nuevamente los Estados Unidos de América se incendian debido a la brutalidad policial ejercida en contra de un ciudadano de raza negra, quien fue detenido al parecer por haber entregado un billete falso en un establecimiento comercial y pese a no haberse resistido a la detención, fue sometido de tal forma que murió asfixiado debido a que su nuca fue presionada contra el suelo por la rodilla del elemento policiaco, quien pese a sus súplicas no dejó de ejercer presión hasta que el detenido quedó inconsciente y sin signos vitales.
A partir de ese hecho, el país entero ardió en manifestaciones, unas violentas y otras no, pero que muestran claramente que ese incidente forma parte de una herida mucho mayor que nunca ha cicatrizado y es que precisamente en el racismo se encuentra el lado más obscuro de los Estados Unidos, una sombra que acompaña permanentemente a las muchas luces que ese país ha tenido a lo largo de su historia.
Y es que la nación norteamericana a la par que sido la creadora de los derechos humanos, ha sido la más resistente a considerar a todos los humanos como iguales y ese mismo país que es considerado como tierra de progreso y libertad de la misma manera es segregacionista y violento con las personas que son diferentes y que no están debidamente organizadas para defender sus derechos y también se trata del país que es el refugio de la libertad y que ha rescatado a muchas personas de la opresión en sus países de origen pero que también es el que masacró y redujo en minúsculas reservas a sus pobladores preeuropeos.
Y así tenemos que desde que se formaron los Estados Unidos, siempre cargaron con el lastre del odio hacia las personas de distinto color y a pesar de los muchos y a veces traumáticos esfuerzos para erradicar el racismo, éste permanece casi intacto en su sociedad.
Siendo que desde la época de los padres fundadores de esa nación se trató abundantemente sobre la libertad de las personas, más por presiones políticas de muchas de las colonias fundadoras se mantuvo sin tocar el tema de la esclavitud y eso que a lo largo del primer siglo de vida de ese país el tema fue muy candente y condicionó la política en esos tiempos y hasta influyó en sus proyectos de expansión territorial, primero casi evitando la guerra que declararon a México y después retrasando la creación de estados en los territorios que le quitaron a México así como deteniendo futuras aventuras expansionistas y eso a pesar de que nuestro “venerado” Benito Juárez casi les regala más territorios pero los senadores de estados norteños (antiesclavistas) no quisieron ratificar el tratado que ya el México de Juárez había firmado.
Después vino la Guerra Civil, el cual fue el conflicto más brutal que se ha visto en suelo estadounidense y que una vez que termino, la esclavitud fue abolida en todo el país más dicha abolición fue solo nominal debido a que fue sustituida primero por una servidumbre de los ex esclavos, quienes al no tener manera de subsistir volvieron como peones a las plantaciones a trabajar en prácticamente las mismas condiciones que existían antes de la guerra y después fueron víctimas de la segregación racial que los forzó a vivir en condiciones humillantes, ya que vivían literalmente como seres humanos de segunda.
Situación que duró hasta las grandes protestas de las décadas de los sesentas y setentas del pasado siglo, en las que muy grandes activistas y políticos como Martin Luther King y Robert Kennedy lucharon y dieron su vida para terminar con esa segregación racial, la cual también fue abolida en el papel más la intolerancia y el hostigamiento abierto hacia las personas de raza negra continuó de manera disimulada pero igual de eficaz.
Y es que hasta la fecha, la afroamericana es la población más desfavorecida de aquel país, la que menos acceso tiene a la educación y a los servicios de salud, la que conforma la mayoría de los cinturones de miseria de las ciudades y la que más número de indigentes tiene y así mismo es la que es más perseguida por el sistema de justicia y como consecuencia es la que más población tiene en el sistema carcelario.
En este último punto es en donde estalla esta crisis y es que es muy común que muchos negros sean perseguidos y sometidos brutalmente por policías, hasta el grado de ser muertos, sin oponer resistencia y luego los policías que los asesinan son enjuiciados y absueltos, diciendo que solo cumplieron con su trabajo y volviendo a su vida e incluso a su trabajo.
Lo anterior se da debido a que el racismo y la segregación racial es socialmente bien visto por amplios sectores de la sociedad, es decir se trata de un problema cultural y así como vemos a miles y hasta quizá millones de personas protestando por esta injusticia también hay otros tantos o quizá hasta más que ven el actuar de ese policía asesino como algo bien hecho y de ahí es que su presidente pregona que todos los manifestantes deben de ser reprimidos, juzgados y encarcelados mínimo diez años.
Y ¿Por qué piensan que es lo correcto el actuar de esa manera?, porque así se los enseñan en sus casas, en las escuelas, en los grupos en donde se reúnen; es decir nunca se han verdaderamente preocupado por la inclusión social de la población de origen africano sino que por el contrario, el odio se ha trasmitido de generación en generación y por eso pese a todas las reformas que se han hecho son como esos cambios que se hacen para seguir igual, solo por quedar bien pero sin intención de modificar nada.
Y valiéndose de ese odio y resentimiento social es que políticos populistas y demagógicos existen, ya que basan su programa en acentuar los conflictos, en dividir y confrontar, en exacerbar los ánimos y ese es precisamente el caso de Donald Trump, quien pese a la magnitud de las protestas sigue avivando el fuego con un discurso represor y retrógrada en cuanto al avance de las conquistas legales que muchas personas han logrado con el paso de los años pero que para muchos nostálgicos de tiempos pasados sigue siendo muy atractivo.
Discurso que se fortalece, porque desgraciadamente en las filas de muchos manifestantes inconformes se han infiltrado vándalos que saquean comercios y destruyen todo a su paso con lo cual se diluye el verdadero motivo de las protestas y por ello es que pierden credibilidad ante el votante ajeno a los hechos por los que protestan.
Sin embargo, la esperanza crece debido a que se ha notado que el deseo de inclusión social tiene cada vez más adeptos en Estados Unidos y quizá algún día esa gran nación pueda quitarse para siempre su lastre histórico y apagar para siempre la caldera, mas por ahora me quedo con lo que dijeron los deudos de George Floyd en el sentido de que el verdadero cambio no se logra con marchas y plantones sino que se logra en las urnas votando en contra de los demagogos que viven del odio y la exacerbación social.
Twitter: @FelipeFBasilio
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